concierto de Aranjuez

jueves, 20 de marzo de 2014

PINCELADAS


           
El verano lentamente se va extinguiendo dando lugar a un otoño ventoso, los arboleda frondosa de hojas verdes va quedando desnuda, sus hojas otrora brillante hoy mustias van cayendo del árbol llevadas por el viento alfombrando la acera de color ocre. 

Se ha adelantado la estación el cambio climático puede ser por el calentamiento global, no sabría decirlo pero la mudanza ha traído negros nubarrones donde el sol juega a las escondidas iluminando el alma la tibieza de sus rayos.

Ha comenzado las clases en la escuela, la calle se llena de palomitas blancas disfrazadas de cantarines canarios, que va envolviendo la tarde con sus risas y su bullicio.

Camino despacio contemplando a la multitud que presurosa va pasando a mi lado,  autómatas del mundo que miran sin ver con su celular hablando en voz alta, o con los audífonos pegados a sus oídos, voy como lo hago habitualmente al bar para saborear un delicioso y humeante café, que sorbo a sorbo detrás del viejo ventanal trae recuerdos y amigos.


Uno de ellos se sienta en mi mesa estaba un poco excitado, y comienza diciendo parece mentira pero hoy no tenía que salir de casa, tenía que hacer un tramite al centro de la ciudad para eso me dirijo al subterráneo, pago el boleto y me llego al anden este paulatinamente se va llenando y el convoy no aparece, la gente está un poco exaltada de pronto por los altoparlantes se escucha una voz que indica que la circulación está suspendida por problemas técnicos.

De vuelta en la calle busco algún vehículo que me lleve hasta la dirección donde tendría que ir por el tramite, de pronto se larga sin que nada lo previniera un aguacero que me agarró sin paraguas, trato de buscar un toldo o una repisa para guarecerme, el tiempo corría y se me hacía tarde, para colmo era el último día para entregar el formulario.

La lluvia cada vez era mas intensa no lo pensé más y me largué, claro que me mojé todo ahora tengo un resfrío bárbaro, corriendo contra el tiempo llegué hasta la dirección, el traje todo mojado era una piltrafa, la camisa mojada y la corbata esa que me pongo para las fiestas mojada y corrida hacia un costado, los zapatos llenos de agua hacían un sonido raro, había una fila numerosa era el último de esa hilera la espera fue de largo tiempo.

Por fin me llegó el turno, cuando iba a entregar el formulario el empleado me explica,  señor va a tener que esperar no se cuanto tiempo pero ¡¡ SE CAYÓ EL SISTEMA ¡¡



alejandrobojor@gmail.com ...........ALEJANDRO CAPLAN

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