concierto de Aranjuez

martes, 21 de julio de 2015

DANZARIN



En el antiguo Buenos Aires tratando de hacer una pintura, un retrato de ese pasado cuando la gran aldea se iba transformando poco a poco en ciudad que se corría expandiendo hacia los arrabales, donde convivían malevos guapos junto a inmigrantes es en ese crisol de razas es donde fue creciendo el personaje hasta llegar al centro.


Hijo de inmigrantes apolíneo y buen mozo fue un gran bailarín, por ese entonces el tango estaba en su apogeo tiempo que el olvido entre brumas y tinieblas lo fue borrando en la década del no me acuerdo, pero si fue en el medio del siglo pasado se hizo famoso por sus corridas cortes y quebradas sacando lustre al piso con sus danzas.

Se le conocía por su apodo Danzarín, nadie sabía su nombre solamente su apodo trasgresor de la forma de vivir de ese momento, caminador andariego de casi todas las calles de la gran ciudad, habitante conspicuo de bailongos café y trasnochadas, una novia en cada esquina así transcurría sus días casi en un mundo de fantasía lejos de la realidad.

Sus días sus años fueron pasando su fama también entre noches de licor y de café, la realidad lo alcanzó en un tiempo vertiginoso acelerado donde la tecnología acaparó la atención, donde la reunión la conversación se va extinguiendo, el no tengo tiempo estoy apurado tal vez otro día, es el latiguillo que se escucha gente por doquier con el celular encendido, y nuestro personaje desorientado entre dos mundos aquel de la siesta pueblerina y el actual distintas costumbres distintos hábitos.


La mesa del bar donde se reunía con amigos cada vez era más chica cada uno se fue buscando su estrella, es entonces que el Danzarín se quedó solo en la inmensa soledad de las largas noches lluviosas de invierno sin amor ni consuelo, caminador de casi todas las calles de la ciudad un cierto día partió sin rumbo fijo desde aquel día nadie más lo vio al que se hizo llamar el Danzarín.

Un hombre de larga barba blanca, en su cabeza hilos de plata su rostro surcado por arrugas su mirada otrora vivaz ahora opacada, se dice que la mirada es el espejo del alma viene bajando del cerro lo acompaña un perro el único compañero de su soledad,  por el camino a la vera del río con paso lento en ese día de agobiante calor buscando la sombra del sauce llorón, tiempo propicio para conversar con los recuerdos vivencias de un ayer

Cuando de madrugada antes de amanecer un farol con su tenue luz alumbra el adoquinado, dando su lustre el rocío de la noche y las herraduras de los caballos de los carros, en un suburbio de la ciudad él es un canillita que reparte los diarios y se dirige al puesto de diarios de la calle Barragán, sus primeros pantalones largos, una casa un zaguán puerta cancel un patio grande con macetones con flores de un inquilinato donde los domingos se convertía en una pista de baile.

Es en ese entonces que aparece la fama de gran bailarín las luces del centro lo deslumbraron sus salones vieron sus giros sus famosas corridas madrugadas trasnochadas siguiendo la errante caravana de los noctámbulos entre copas de champagne.

Pantallazo de la vida en la memoria de un anciano los vientos de los tiempos y la distancia hacen que los recuerdos se desvanezcan borrando de su memoria, como la tierra que se levanta va quitando sus huellas del polvoriento camino. De pronto se dirige a la orilla del río y colocando las palmas de las manos toma un poco de agua para refrescarse, donde se escapan unas gotas de agua y mirando a su perro le dice.

Cacique las gotas de agua hacen un río millones de gotas que siguen la corriente igual que la vida, cada gota es una historia y el conjunto de estas historias como el río hacen una vida la corriente la lleva y ya no vuelve, luego haciendo una mueca como un esbozo de una sonrisa continúa hablando y le dice al perro, Cacique que lindo sería tener un mazo de cartas barajar y dar de nuevo, pero la vida es una sola.

Un perro viene bajando del cerro por el polvoriento camino buscando a su dueño se llega hasta el sauce llorón y otea el horizonte, su dueño se ha ido de gira buscando su estrella quien sabe haya encontrado nuevamente el patio del antiguo inquilinato donde comenzó su fama y exhibiendo sus famosas corridas ese gran bailarín.


alejandrobojor @gmail.com.........ALEJANDRO CAPLAN