concierto de Aranjuez

sábado, 9 de julio de 2016

BIENVENIDA TRISTEZA



Esta es una historia de un ignoto personaje descubierto dentro de un viejo bar, sentado en una mesa tan desgastada y añeja como el antiguo bar, en un ángulo del mismo siempre sentado en el mismo lugar nuestro protagonista pareciera que fuera como un adorno más del establecimiento, un hombre anciano de cabello revuelto color ceniza las arrugas en la frente delatan la edad del mismo la expresión de su rostro revelan su tristeza.

Se acostumbra a decir que los ojos reflejan el estado del alma, su mirada otrora brillante estaba opacada y enrojecida grandes ojeras pintadas en sus cuencas, brillosa su nariz enrojecida daba el perfil de un ebrio aferrado al vaso de licor y una botella sobre la  corroída mesa, los parroquianos siempre le hacían bromas que el personaje ignoraba bajo los efluvios etílicos.

Ocurrió una noche en que las chanzas se hicieron más frecuentes y fue en ese momento que el individuo recobró su lucidez, sus entornados ojos dieron paso a unos fulgurantes ojos negros y se dirigió a quienes lo estaban acosando, el silencio se apoderó del bar esto es lo que se le oyó decir.

Bienvenida tristeza a mi pequeña isla llena de nostálgicos recuerdos que me alejan del presente donde vienen cabalgando los cuatro jinetes de la Apocalipsis, ellos son la guerra el hambre victoria y la muerte, bienvenida tristeza a mi isla que me da alegría paradoja de la vida cuando dos polos se encuentran.

Bienvenida tristeza a mi isla donde el rosicler de la mañana los primeros rayos del sol asoman más luego el sol esplendoroso me ilumina, el trinar de los pájaros y el murmullo de un manantial el silencio de la isla me invita a poder hablar con los que ya no están, escucho sus cristalinas voces ellos se han ido buscando su estrella.

Bienvenida tristeza a la isla cuando la tarde cae y desde la playa ver el ocaso el enorme sol acariciando la mar luego se entrega a ella hasta desaparecer, y se convierte en noche un manto de negro azabache donde vienen galopando los cuatro jinetes en sus corceles el rojo el negro entonces es el momento de llegarme al bar y beber hasta encontrarme en mi refugio en mi pequeña isla BIENVENIDA TRISTEZA