concierto de Aranjuez

jueves, 20 de agosto de 2015

SOBREVIVIENTE





Puede una fotografía hablar su misterioso silencio lleva implícito una historia detrás de cada una ella, me habla en una solitaria noche me hace su confidente, dice que esa centenaria casa fue en su época, tiempo de inmigrantes casa de inquilinato pomposo nombre al que pueblo denominaba conventillo.

Relata que en sus primeros tiempos un galán que en el silencio de la noche abre su pesada puerta negra para encontrarse con su amada, el zaguán es el cobijo de los enamorados se hablan al oído como un murmullo un beso furtivo, una puerta cancel unas cortinas tejidas a mano detrás del vidrio un patio grande y habitaciones para albergar a aquellos llegados allende los mares dejando gusto salobre por un dulce río.

Traen sus pesadas alforjas bultos y valijas de cartón repletas, pocas ropas pero llenas de sueños ilusiones y esperanza, en el balcón una joven recorre las cortinas abre la puerta y se asoma al balconcillo con su vestido de percal, donde el galán trovador le dedica una serenata ella se inclina agradeciendo y le arroja una flor que el mismo toma entre sus manos besándola.

Casa de inquilinato arrugas en su frente ya de antigua formando surcos, sin revoque en su pared mostrando la desnudez de sus muros aún así entre sus ladrillos crece una planta y sus tallos y sus hojas se ofrecen al que quiera tomarla, tal vez en primavera ofrezca sus flores.

Me pregunto que pacto misterioso ha ocurrido entre la casa y la piqueta del progreso que esta la ha perdonado, me cuenta en esa solitaria noche que ahora es otra época del pulcro balcón no ha quedado nada las ropas colgadas entre sus barandas, y alguien ha querido ponerle un poco de color con un cuadro psicodélico ¡¡si¡¡ las fotografías pueden hablar con su misterioso silencio.


alejandrobojor@gmail.com..........ALEJANDRO CAPLAN...
            


jueves, 6 de agosto de 2015

AUSENCIA



En un día desapacible frío ventoso donde el sol brillaba por su ausencia un anciano de rostro curtido por mil noches de lunas arrugas en su frente, solitario lobo de un ayer la nostalgia lo abruma, sin ruidos el silencio se apodera y se hace cómplice de una noche propicia para jugar con los recuerdos.
Las neuronas traviesas centellean en su mente y van apareciendo remembranzas como pantallazo, su época de la niñez sus juegos con los amigos sus paseos en el viejo tranvía,  los globos de distintos colores colgando de un piolín en el tiempo de su cumpleaños, la escuela la ausencia fantasía que crea su imaginación.

El anciano sonríe le viene hacia él el recuerdo de sus primeros pantalones largos, su salida de su casa presumido caminando sobre el largo corredor de baldosas blancas y negras como un juego de damas, las reminiscencias dando saltos en su cabeza lo llevan de un tiempo a otro sin una cronología.Los primeros años del secundario incorregible alumno tratando de pasar inadvertido casi como un disfraz de hombre invisible, inútil esfuerzo siempre era el blanco de los profesores aunque el asiento era el último, la mente del anciano juega con los recuerdos

Amores juveniles amores de estudiantes que florecen brillante como un rosal que pronto se extinguen en la inmensidad de los tiempos.El viejo bar los amigos de ese entonces las reuniones alrededor de una gastada mesa donde se arreglaba el mundo, donde se opinaba de todo futbol, muchachas, juegos de billar, todo se disponía hasta el lugar de reunión de un sábado para ir a bailar.

De pronto un rayo ilumina la habitación luego la noche se hizo más noche todo quedó en la oscuridad se corto la energía eléctrica, el anciano sigue escuchando la voces del silencio solamente el eco del silbato del lejano tren, recorre la cortina del viejo ventanal las ramas y su follaje parecen bailar con un ritmo cadencioso al compás de la tormenta.


Ese mal de ausencia que trae la soledad estar solo entre tanta gente le ha hecho al anciano esa larga noche conversar con sus recuerdos, sus ojos se entrecierran el sueño lo ha vencido lo había despertado el ruidoso trueno y el golpetear del postigo culpa de la tormenta, cierra la persiana y corre la cortina maldiciendo su suerte.Y dejándose llevar en esa noche cuando los recuerdos duendes traviesos le conversaron,  remembranzas de un tiempo que se fue, cierra los ojos y se duerme…….


ALEJANDRO CAPLAN..............alejandrobojor@gmail.com