concierto de Aranjuez

miércoles, 26 de diciembre de 2012

LA OTRA MIRADA






Me encuentro dentro de un paisaje desconocido me siento extraño, es un panorama majestuoso como salido de un cuadro, con colores de diversos matices, estoy caminando en un campo lleno de distintas flores, ellas hablan entre si al igual que las famosas fábulas de Esopo en donde conversan entre si distintos animales, de esas fábulas todas tenían su moraleja, en esta otra mirada yo no la percibo.

La imponente rosa de colores muy atrayentes toma el hilo de la conversación, están reunidas con ella el clavel, la flor del girasol de un llamativo vestido amarillo y el humilde malvón, altiva la rosa con su hábito de un sugestivo color púrpura, le expresa al girasol, su manía de exponerse al sol llamándolo adoratriz del sol pues lo va persiguiendo todo el día, el clavel vestido con su túnica blanca toma la palabra y se dirige al malvón al que sus flores por los dichos de la rosa estaban más rojos que siempre, tratando de componer la situación.


De pronto escucho una voz que me dice Ale levántate, me rehúyo a tal situación la quiero evitar, se me va la ensoñación, las flores, sus colores, sus perfumes, la rutina el trajín del día se inicia, hombres apresurados con traje corbata y un portafolio, corren, miran su reloj, quieren ganarle tiempo, al tiempo, es imposible.

Después de mucho andar por los caminos de la vida, las arrugas del tiempo y los vientos del pasado me han hecho sentir que en las cosas simples está la verdad, no se pero me parece que he encontrado la moraleja que me faltaba a la presunta fábula del principio.

 El sol que entra por las hendijas de la ventana me indica que un nuevo día ha comenzado, que pasó en ese tiempo tuve un sueño, dentro de ese sueño otro, doy gracias a Dios por ver otro amanecer.

 Ahora si es el momento de comenzar un nuevo día, viéndolo CON LA OTRA MIRADA


alejandrobojor@gmail.com.........ALEJANDRO CAPLAN.

Fotografía ALEJANDRO CORDOBA.





 

miércoles, 19 de diciembre de 2012

REMOLINO


 
Ya va apareciendo en el horizonte el amanecer de un nuevo año, y como es costumbre  como cada año desde hace mucho tiempo, comienzo con un balance del año que se esta por irse, solamente dos columnas, el debe y el haber, siempre ha sido material, pero en esta ocasión no es de ese modo, dos columnas que hablan de distinta manera.

Trataré de hacer un paralelo entre las matemáticas y nuestras vidas, nuestro camino un cauce de un río, o un amplio mar, la marcha es calma, el horizonte, que no vemos,  nuestro destino, navegamos nuestra niñez, la adolescencia, hasta que en medio  de la adultez, comienza a tropezar con un remolino que como una espiral lo mantiene dando vueltas, es en ese momento que necesita una ayuda, una mano, un sostén, un amigo.

Hay una cita que dice no camines detrás de mi, puede que no te guié, no camines delante de mi, quizás que no pueda seguirte, camina junto a mi y se mi amigo, después de mucho andar, el tiempo pareciera que pasara como un soplo, ya llega fin de año, si parece que fue ayer que festejamos el nuevo año, el tiempo se nos escurre como el agua ente los dedos , lo mismo si tomamos un puñado de arena, eso pasa y seguirá pasando, el tiempo pasa rápido, pero las distancias son mas largas.

Con paso cancino y lento golpeado por los vientos del tiempo, voy caminando por esas calles que época atrás transitaba allá por los años jóvenes  observando lo cambiado que está a través de los años.

Creo que estoy terminando mi tarea las dos columnas la del debe y el haber están equilibradas en este año.

Mis estimados lectores estando a las puertas de las fiestas de Navidad les deseo a todos una feliz Navidad junto a los suyos, y para el año que se inicia un año pleno de felicidad, en paz, con salud, dicha y prosperidad, levanto esta copa virtual para brindar con ustedes, muchas felicidades.    

 

 

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viernes, 14 de diciembre de 2012

UNA MAGICA TARDE


Fue en un día caluroso de verano en la gran ciudad, como si la humedad y el smog se adueñaran de ella, el asfalto transmitía esa sensación de pesadez para los habitantes de esa ciudad, vivia en ella un matrimonio mayor en un pequeño departamento, pero grande de recuerdos que fueron acumulando a través de los tiempos, que no querían desprenderse.

Los pasos silenciosos, alguna que una y otra voz que altera en parte el silencio asfixiante de ese día de verano , la habitación tenía un ventanal grande con un cortinado y detrás un pequeño balcón terraza, por el cual se podía ver la calle, una y otra vez el locutor de la radio, y también la televisión aconsejaban a las personas mayores y a los niños, tomar precauciones por temor a los golpes de calor, una y otra vez el anciano se asomaba para ver detrás del ventanal, para ver sus maceteros con sus flores del balcón.

Una lluvia imprevista va cayendo esa tarde para alivio de todos, ellos salen a la pequeña terraza esa misma lluvia trae consigo que el calor ceda, para tranquilidad de los mismos, asomados vieron bajo sus pies aparecer paraguas como si fueran hongos, de diversos colores, verde, rojo, azul, los hay transparentes, hay quienes se arriesgan sin ellos, para poder mojarse y aplacar el calor  hay también algunos chiquillos chapoteando en el agua.

 La lluvia finalizó era el tiempo de sentarse en la pequeña terraza, se miran casi sin hablarse, después de muchos años se entienden con solo mirarse, la mujer aparece con un mate y unas galletitas para acompañar, ese es el tiempo que comienzan a hacer planes para el futuro, el mismo no es de largo alcance, son mas bien cortos, simples como la pareja, casi siempre relacionada a los hijos, a los nietos.


Entre mate y mate por la radio se escucha unos acordes de un tango, y entran de ese modo los recuerdos acumulados en esa pila de años, y ahí sale, te recuerdas de aquel momento, o tal vez de este otro, entre recuerdos y recuerdos van soltando una sonrisa, de pronto la patrona dice viejo y si vemos otra vez las viejas fotos.

Las famosas viejas fotos, fue la herencia que les dejaron los padres, están guardadas en una antigua valija de cartón, en donde habitan todas las fotos, algunas ya amarillentas de añejas, las de las familias de ambos, las de ellos y otra tantas, que se esparcieron en la mesa, con avidez fueron mirando una tras otra y recordar esos gratos momentos.

Las penumbras de la noche ya aparecen en el horizonte, prenden la luz del pequeño balcón terraza, se miran como se miraban en sus primeras miradas de novios, ambos se encuentran en ese momento como si tuvieran, como el tiempo no hubiera pasado sus primeros veinte años.

El hombre propone y dice, vieja si aprovechamos que están tocando por la radio nuestro tango, porque no lo bailamos como lo hacíamos tiempo atrás, al sonido de la música comenzaron su danza, los vecinos extrañados los miraban con un dejo de ternura, pero para los ancianos fue UNA MAGICA TARDE



alejandrobojor@gmail.com.

martes, 4 de diciembre de 2012

MI AMIGA.......PEPA






Este relato comienza tiempo atrás en un comienzo de primavera, no soy muy partidario a visitar a los médicos, pero a mi edad la máquina comienza a aflojar algunos tornillos, y las piezas se van desgastando, a instancias de la patrona estamos sentados en el consultorio esperando ser llamados una vez dentro el galeno me mira, creo ver en su mirada un signo de interrogación, me mira con cierto recelo me ausculta, y me dice usted hace mucho que no me visita, tenemos que hacer algunos análisis, a eso le tengo fastidio el de llevar las aguas en el colectivo, hice como se dice de tripas corazón y me largué.

Aquí estoy nuevamente sentado en el consultorio esperando que me llamen, la voz de la asistente pronuncia mi nombre, ya estoy frente al medico, él mira los estudios yo estoy ansioso,  me tranquiliza me dice que los mismos salieron bien, pero a mi edad tengo que seguir algunas pautas, me mira y con una sonrisa me expresa. 

Señor gordito tiene que empezar a caminar, le explico que algunos mandados hago y camino un poco, me indica que caminar no es eso, me pregunta si tengo una plaza cerca, le digo que si, vaya a tratar de caminar y dar vuelta a la plaza eso es lo que necesita, lo quiero ver digamos dentro de tres meses con unos kilos menos.

Me voy disponiendo a ir a caminar por la plaza, para tal acontecimiento mi vestimenta es una remera, un short, un par de zapatillas, una medias blancas y un sombrero que fue lo único que conseguí para el sol, ninguna gorra me quedaba bien tengo la cabeza tan chica que me tapaban las orejas y opté por este sombrero azul que es de pescador, pues tiene unos bolsillos para los anzuelos, es lo que pude conseguir, me olvidaba, una botellita de agua para no deshidratarme.

Era un día hermoso pleno de sol, estaba lindo para una caminata luego de la primera vuelta me cansé, encuentro un banco y me siento a descansar un rato, para más luego seguir mi camino, lo continué por varias semanas y siempre me sentaba en el mismo banco, observando a los demás caminantes tratando de adivinar sus distintas profesiones u oficios por su contextura.

Estoy sentado trato de adivinar, me río solo y continúo adivinando, este hombre está un poco gordito puede ser oficinista por estar todo el día sentado y así por un tiempo, cuando de pronto aparece ante mi vista una señora con un perrito blanco parecía una pompa de jabón, el perrito me mira como si adivinara mi aversión a los perros, será tal vez una regresión atávica o algún trauma de chico yo no me acuerdo.

 Me mira con sus ojos como pidiendo que yo lo mire, parece que quiere ser mi amiga era un caniche, que mal puede hacer ese pequeño perrito, solo dar amor sin pedir nada, pero sin embargo no habla pero sus gestos, su mirada parece que hablara, se esta acercando a mi le tironea la cuerda a su patrona, me prevengo ella se acerca sumisa y me lame las zapatillas, pareciera una invitación de afecto y luego se aleja pero me sigue mirando.

Día tras día siempre pasa con su dueña y se acerca a mi persona y siempre como una prueba de afecto pasa su nariz sobre mis zapatillas, el otro día conseguí una pelotita de tenis y cuando la vi le mostré la pelota, se puso contenta y comenzó a mover la cola quería jugar conmigo, le lancé la pelota y corriendo la trajo hacia mi para poder seguir jugando.

Desde ese momento mi temor por los perros desapareció, ese pequeño montoncito de carne y pelos me cautivó ella es..... MI AMIGA PEPA


alejandrobojor@gmail.com......ALEJANDRO CAPLA N     

sábado, 1 de diciembre de 2012

¡¡¡¡ EL TIGRE ¡¡¡¡



Buscando  musas para la inspiración, este trastornado aprendiz de cuentos, después de muchos intentos, tuvo que remontarse a las distintas mitologías, escandinavas, griegas, en ella, pudo por fin encontrar a el Parnaso, creador del oráculo de Delfos, luego casa de Apolo, hombre por lo que cuentan de gran belleza, Dios del Sol y de la Luz, a su llamado se han presentado todas las musas, me encuentro tras de una de ellas, la de la inspiración este delirante escritor o escribiente cree que ella lo ha tocado.

En el delirio de los pensamientos entiende que hay uno de ellos que se destaca, uno de los preferidos de mi abuela era Caperucita Roja, cuento infantil que lo leían para dormir a los niños, personalmente entiendo que es un cuento truculento, como en estos tiempos de vampiros y lobos, en el cuento de Caperucita encontramos al lobo, que se come a la abuela, al leñador con un hacha, que mata al lobo, esos si, eran cuentos para niños y si seguimos encontraremos algunos parecidos.

Había una vez, era una constante para empezar un cuento, el que escribe no va a caer en esa repetición, va a tratar de darle otro colorido al comienzo de los cuentos, por ejemplo. Sucedía que en un tiempo del cual no podría acordarme por ser tan antiguo, si ese sería el comienzo de los cuentos.

Este cuento sucedía en un tiempo del cual no podría acordarme por ser tan antiguo, en el vivía un chiquilín, que era un poco la mascota de todos los que habitaban la casa de departamentos, la del largo pasillo, su entorno, en el residían hombres de todo el mundo recién llegados, por lo cual se escuchaban y hablaban infinidad de idiomas, por ese entonces había un bar, que nadie recuerda su verdadero nombre, pero si se lo recuerda por el apodo que le habían endosado, le decían la legión extranjera.

El por que cuando uno entraba parecía una pequeña torre de Babel en la cual todos hablaban pero casi ninguno se entendía, lo mismo ocurría en la casa de departamentos, la del largo pasillo en uno de ellos, vivía una anciana, la de los blancos cabellos y con una sonrisa a flor de labios, ella hablaba ruso y chapurreaba un poco el español que a veces confundía, tenía un aparato que al niño le pareció enorme que había traído de su tierra natal en la misma siempre tenía te que convidaba a quien la visitara.

En otro de los departamentos trabajaban dos hermanos que el niño siempre los visitaban, el chico intrigado por el trabajo que ellos desarrollaban y que nunca había visto, en una pieza grande tenían una larga mesa y unos bancos de patas largas una banqueta, que los hermanos lo ayudaban a sentarse, estos hermanos hablaban polaco, y como la anciana un poco el español, cual era su trabajo, ellos hacían capelladas para zapatos de cuero.

Aún siendo hermanos eran por si distintos, uno era muy organizado el otro más bien todo distinto ambos trabajaban con un delantal blanco uno de ellos lucía impecable, el otro su delantal tenía manchas de todos los colores como su nombre era improducible por todas las consonantes que tenía fue que todos los que los conocían le llamaban ¡¡¡ EL TIGRE ¡¡¡

Este fue un cuento,  ya lo terminé y mi nieto ya se durmió. 


alejandrobojor@gmail.com...........ALEJANDRO CAPLAN