Amistad esa increible palabra que se define
como una relación afectiva entre dos o más personas en un mundo conflictuado
convulsionado realmente existe, es un sentimiento mutuo es el dar sin pedir
nada puede suceder en un instante o a través del tiempo.
Los caminos de la vida por el sortilegio de los
tiempos nos llevan por distintos destinos, ellos se dispersan se entrecruzan y en un
recodo de ese camino encuentra a otro ser y la magia se produce, las historias
que se cuentan pueden ser una ficción que parece ser una realidad o quizás una
realidad convertirla en ficción.
Estas pocas palabras vienen a ser como una
pequeña introducción a una hermosa historia de amistad.
Ocurrió en una mudanza hace mucho tiempo nos
trasladamos a un amplio y viejo caserón en un pueblo suburbano y ahí la
conocimos, tendría unos años más que nosotros dos mi esposa y yo, vivaz
diligente no era alta y su rostro bonachón inspiraba confianza y con su acento itálico derrochaba simpatía.
Desde ese entonces fue una amiga siempre dispuesta a dar una mano y ayudar en lo que pueda ¿alguien puede decir si hay una edad para entablar una amistad o tal vez para enamorarse? Esa cosa intangible inconmensurable larga palabra para indicar que no se puede medir, no hay medida para evaluar una amistad.
Desde ese entonces fue una amiga siempre dispuesta a dar una mano y ayudar en lo que pueda ¿alguien puede decir si hay una edad para entablar una amistad o tal vez para enamorarse? Esa cosa intangible inconmensurable larga palabra para indicar que no se puede medir, no hay medida para evaluar una amistad.
Su casa humilde siempre la puerta abierta para
parientes y amigos vivía con ella Don José del mismo carácter, en su joven
tiempo fue plomero y con ellos dos perros caniche que lo único que les faltaba
era hablar.
El viejo caserón era agradable y tenía un parque al fondo donde también tenía un árbol de mandarinas, que en el tiempo de floración las flores de azahar perfumaban el ambiente y un ciprés que daba sombra en esos veranos calurosos.
El viejo caserón era agradable y tenía un parque al fondo donde también tenía un árbol de mandarinas, que en el tiempo de floración las flores de azahar perfumaban el ambiente y un ciprés que daba sombra en esos veranos calurosos.
Bajo la sombra del ciprés una mesa redonda
donde a las mañanas tomábamos el desayuno, el aroma de la gramilla mojada por
el rocío de la noche daba un marco de
encantamiento especial, era el tiempo que nos enteramos que convivían
siendo primos cosa que no era habitual. La casa era vieja como así las canillas
y entonces llamábamos a Don José para cambiar los cueritos de las antiguas
canillas.
Ahí viene él trae una llave francesa y
destornilladores nosotros queríamos que nos arregle las canillas, despacito y
sin apuro comenzaba su labor le gustaba hablar traía sus cuentos sus anécdotas
y le gustaba el café que hacía mi esposa, cuestión que para el arreglo de los
cueritos de dos canillas terminábamos charlando hasta la hora de
almorzar.¿Cuanto le debo Don José? No me
debe nada si somos amigos.
Fue en esos tiempos en que frecuentamos las
casas estrechando una amistad más compartida siempre había temas para conversar
aunque la diferencia de edad no existía en esos encuentros.
Sucedió una tarde de un tórrido verano que
sentados en la mesa a la sombra del frondoso ciprés en esos crepúsculos cuando
el sol va desapareciendo lentamente, una suave brisa acariciaba nuestros
cuerpos la conversación entre mate y mate se va desarrollando normalmente,
cuando de pronto ella dijo con ojos llorosos ustedes mis amigos creo que me van
a entender les tengo que contar una historia.
Les tengo que contar una historia es la
historia de mi vida nací y fui criada en el campo cerca de un pueblo chico era
una campesina y pueblerina, muy jovencita encontré en el pueblo un muchacho casi
tan joven como yo y nos casamos, jóvenes pueblerinos sin experiencia poco
tiempo después se oyen tronar de cañones
cada vez más cerca a él lo hacen soldado y se marchó a la guerra se fue
de mi lado.
La guerra ese inmenso monstruo que todo
destruye estaba sobre mi casa, fueron unos meses que recibía cartas hasta que
un día no hubo más, nada sabía de él todos los días le preguntaba al cartero
pero el gesto del cartero me daba a entender que no había correspondencia y no
la hubo nunca más. Tarde descubrí que él se unió con otra mujer en tierras
lejanas donde la guerra lo llevó, en un pueblo chico el último en enterarse es
la victima la desesperación y el despecho había hecho mella en mi deteriorada
vida.
No encontraba solución a mi mal lo único que
pensaba era en huir de aquel infierno hasta que la solución vino hacia mi, me
enteraron que en estas tierras tenía parientes y cruzando mares me encontré con
ellos y entre ellos estaba José que es
mi soporte durante todo este tiempo.
Una historia de encuentros y desencuentros de
esos caminos que se alejan y luego se entrecruzan y en un punto se juntan, es
el destino quien los guía estaba anocheciendo y nuestros viejos amigos se
fueron a su casa.
Unos días más tarde nos dice que una hermana la
invitó a su casa en su tierra natal emocionada cuenta cuando es su partida,
despedida antes del viaje y ahí se fue prometiendo escribirnos. Recibo una
carta que no se como llegó debía ser que los empleados de correo me conocían
estaba escrita un poco en español y mucho en italiano.
En el sobre decía solamente Sr. Doctor la dirección nada que ver, es que una vez llegando a su terruño se olvidan del español y comienzan nuevamente hablar su idioma me decía que se encontró con mio fratello y mia sorella luego de un viaggio muy bueno y en un recuadro escribió LOS ESTRAÑO MUCHO.
En el sobre decía solamente Sr. Doctor la dirección nada que ver, es que una vez llegando a su terruño se olvidan del español y comienzan nuevamente hablar su idioma me decía que se encontró con mio fratello y mia sorella luego de un viaggio muy bueno y en un recuadro escribió LOS ESTRAÑO MUCHO.
Hoy después de algunos años en esa mesa que fue
tan querida a nuestros sentimientos nos estamos acordando ella se fue hace
tiempo creo que más allá del arco iris para colocarse las alas, de pronto
siento que alguien me toca el hombro doy vuelta y no veo a nadie así nuevamente
de pronto veo que estoy sentado en la silla la que ella siempre se sentaba y
pienso que ella está nuevamente entre nosotros. Este es un cuento un relato una
historia, sencillamente de lo que se conoce como AMISTAD.
alejandrobojor@gmail.com ..........ALEJANDRO CAPLAN