Como expresar con palabras un sentimiento,
quien pueda explicarlo, lo hace bailando, eso es el tango, dejemos para
historiadores su origen, una mezcla de melodías de emigrantes europeos, música
y ritmo de descendientes afroamericanos,
baile de nativos rioplatenses, esa es otra parte, para el que escribe parecería
ser un sentimiento dolorido que se baila.
Nacido en los arrabales de Río de la Plata, su
lánguida melodía parece hechizar a los bailarines, entrelazados en un abrazo,
se puede escuchar el cuerpo del otro, mientras improvisan movimientos, cortes,
quebradas, diferentes para cada uno de
ellos, siempre abrazados juntos, seducidos por el encanto de la melodía.
El abrazo de la pareja expresa, la sensualidad
de la cadencia de la música, sigue la danza su hechizo, eclipsados continúan
con sus giros, existen mientras dura la canción, y mueren en los postreros
compases, mágica visión de quien lo vive con intensidad.
Se oyen rumores de orquesta, primero un solo de
violines, que siempre agrada al oído, pues tiene susurros de manantiales, luego
se agregan el piano, contrabajo y por supuesto los roncos bandoneones, cuyo
sonido parece un lamento, un quejido, todo ensamblado da el sonido de una
orquesta de tango.
En la pista hay dos bailarines ella y él,
comienzan a bailar ese ritmo lento y cadencioso, de pronto pareciera que la
pista de baile fuera una hoguera, una lengua de fuego va subiendo y envolviendo
a los bailarines, la sangre caliente bulle en sus cuerpos, los corazones se
aceleran, comienzan a palpitar con más intensidad, como el galope de tropilla,
al estar abrazados se sienten al unísono, es cuando la magia de la música los
atrae, como hipnotizados, y los transporta hacia otra dimensión, eclipsados
ambos, solo se ven ellos, no están solos, el genio de la música como un
titiretero los hace danzar, con corte quebrada y filigranas.
Ese es el tango, pasional, triste, melancólico,
alguien con mucho criterio dijo que el tango es un sentimiento que se baila.
De pronto me veo como en un espejo, una plaza
de toros, un torero con su traje de luces, da una última estocada de muerte al
toro, vencido y agonizante el toro se echa, el torero levanta la mano, para que
sus segundos dejen morir tranquila a la bestia, mientras los acordes de la melodía
del tango se va lentamente extinguiendo como la vida del toro, en el mismo
tiempo que el toro muere, muere el tango con el último compás.
El que escribe siempre ha bailado el tango y lo
sigo bailando, hay en mi cabeza cabellos blancos, ahora bailo no con la pasión
de los años mozos, pero como dice el tango.
Me iré bailando mientras las tabas me den con
que.