concierto de Aranjuez

domingo, 3 de septiembre de 2017

EL BARRIO DE LAS LATAS




Que extraños caminos tiene la vida que trata inultemente de borrar el sueño de mis sueños, ese que un día allá en el tiempo solía soñar de niño en el barrio de las latas, no era precisamente el nombre original de ese barrio de inmigrantes una gran torre de babel donde se escuchaba un sinfín de idiomas, menos el español como si fuera la legión extranjera.


Se me hace que aunque el paso del tiempo quiera suprimir los recuerdos estos aparecen lentos pero aparecen, es que las neuronas trabajan más despacio ellas están cargadas de vivencias y recuerdos, ha pasado casi un siglo me sigo viendo frente al espejo un poco más viejo y me veo solamente que el cabello se ha hecho blanco por lo demás todo igual.

Esto viene a cuento por que hoy he tenido un encuentro de tercer tipo me he encontrado con un amigo de la infancia el Chino no era difícil no conocerlo tenía y tiene los ojos achinados culpa del fuerte viento sureño ese que trae polvo y recuerdos llegó al barrio pero nos hicimos amigos compartíamos los mismos juegos el balero el yo-yo las bolitas juegos de ese entonces casi un siglo ha pasado parece que fuera ayer.


Hoy los tiempos han cambiado quizás los adolescentes no lo entiendan sus juegos se han transformados la tecnología lo ha superado son otros sus juegos, junto al Chino vimos un bar y nos sentamos en una mesa cerca de una ventana y saborear un rico café.

La tarde comenzó a nublarse de pronto negros nubarrones cubrieron el cielo los rayos comenzaron a iluminar la escena al ruido de los truenos le sigue una copiosa lluvia las gotas del aguacero van mojando el ventanal, como lágrimas se van deslizando hasta desaparecer.

Mientras la lluvia allá afuera continuaba el Chino comenzó a hablar y la conversación giró en torno de lo que fue nuestras vidas si habrá pasado aguas corriendo, atravesando años los recuerdos de aquellos remembranzas de un tiempo que se fue haciendo pasado


Poco a poco nos fuimos acercando hasta el presente afuera continuaba la lluvia la ciudad parece entoldarse con cientos de paraguas multicolores como un arco iris, donde frenéticos transeúntes continuaban su marcha y como pegados a su oreja los celulares vestidos de cordura todos iguales si parece una locura.

Si hasta el chino vestía igual un traje corbata camisa blanca y zapatos charolados aunque el sol se haya escondido anteojos negros, de todos estos años nunca le pregunté el nombre solo su apodo él era el Chino ese  era el momento y le pregunté como se llamaba pero él que estaba frente a mi como un truco de magia había desaparecido, lo mismo que el bar las mesas la gente la lluvia todo desapareció frente a mi.

El sol de la mañana se filtra entre las hendijas de la vieja persiana todo fue un sueño de un eterno soñador…..