concierto de Aranjuez

sábado, 25 de octubre de 2014

BARQUITO DE PAPEL



En un día de otoño el tiempo amaneció desapacible espesas nubes negras presagiaban lluvia, después  de una mañana ajetreada cansado el individuo de cabellos de plata, caminador del tiempo de tantas lunas y soles se dispone a descansar. Ha comenzado a llover se acuerda en ese momento que el gran ventanal que da hacia la calle ha quedado abierta presto corre a cerrar.

La lluvia es más intensa el que ha visto en su larga vida tormentas y vendavales queda como hipnotizado, toma su sillón favorito para mirar el espectáculo que se presenta ante su vista los frondosos árboles hoy sus ramas casi desnudas con hojas de un color amarillento tratan en vano de cubrirlo, las gotas implacables van cayendo sobre el alero con su contante tintineo, surgen los paraguas como hongos coloridos.

Las gotas de la lluvia golpean sobre el vidrio que luego se deslizan como lágrimas, pareciera que el cielo está llorando. El silencio de esa tarde trae recuerdos que juegan en su mente.

Los duendes de los tiempos traen a su frágil memoria acontecimientos antiguos y a veces se olvidan de los más próximos, sus retinas no se olvidan de un niño pequeño en un día de lluvia en el cordón de la vereda cuando las aguas corrían junto al cordón,  jugando con otros niños con barquitos de papel corriendo por todo el borde de la vereda de esquina a esquina empapados por las gotas de lluvia pero feliz de cara al viento.

Que ensoñaciones tiene el chiquilín, cree ser un corsario que navega en su barquito de papel o quizá un capitán que pone proa hacia un lugar desconocido, pero siempre con el mismo fervor de jugar, como juega el individuo de cabellos color plata con sus recuerdos.

Su memoria va dando saltos sus primeros pantalones largos piensa hace tanto tiempo sus catorce o quince años, no lo recuerda bien en ese tiempo se pasaba de ser un niño a un adolescente con deberes y obligaciones como los adultos.

La lluvia con su monótono repique sobre el techo hace que el anciano comience un cabeceo y sus ojos lentamente se van cerrando. Se ha quedado dormido ¿que sueños tendrá? ¿Será con algún barquito de papel? Mientras la lluvia continúa golpeando contra el vidrio y una gota lánguida y fina se desliza como una lágrima.


alejandrobojor@gmail.com...........ALEJANDRO CAPLAN


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