Un cierto día estando en mi casa escuchando
música y tomando unos mates me sorprende el sonido del timbre del portero
eléctrico entonces levanto el tubo para preguntar quien era, me responden soy el cartero traigo una encomienda para el
Sr. Negro intrigado me llego hasta la puerta para recibir el paquete
temiendo que no sea para mi, leo destinatario Sr. Negro y el nombre del remitente Sr. Tiempo lo recibí firmé el papel pensando seriamente que esta
encomienda era una broma de los amigos.
Recibí ese paquete porque aunque mi nombre es
otro todos me llaman por mi apodo que precisamente es el Negro creo que desde
el día que nací ese fue mi nombre, dicen que tenía apuro en salir e hice tanta
fuerza que mi tez era de morocho subido, la cabeza una sandía, será por eso el
pirincho en la punta de la cabeza al que nunca pude domar.
Me intriga el remitente ¿Quién será? Pensé en
los amigos del café pero ellos no eran de hacer esas cosas, entonces abrí la
encomienda comencé a sacar lo que me habían enviado, tenía un sobre y dentro
una nota escrita grande que decía OBJETOS PERDIDOS lo primero que observé una
pelota de goma desinflada de esas que con los amigos jugábamos al fútbol que
algún pagano la había cortado para que no juguemos, un lápiz y su respectivo
sacapuntas.
De pronto los recuerdos comienzan a aflorar la
señorita esa del guardapolvo blanco impecable, enseñando a hacer líneas rectas
oblicuas más luego la a.e.i.o.u señorita cuando escribimos con tinta, Paciencia niños en unos días para nuestra satisfacción ese día llegó.
No crean que es fácil escribir con tinta
nuestras manos nuestros guardapolvos todas pintadas de azul el guardapolvo con
pintitas, se parecía al de los preescolares blanco con pintitas azules para satisfacción
de las madres y sus berrinches ¡¡Cuantos recuerdos ¡¡ Ahí estaba en la
encomienda el tintero de mi pupitre la lapicera la pluma cucharita la pluma
ganso para la tinta china para dar realce a la escritura.
Como un mago que saca de su galera yo extraía
del paquete objetos perdidos una vieja caja de zapatos agujereada la que usaba
para cazar mariposas, las había de todos los colores que guardaba en la caja
como figuritas las cambiaba, juegos infantiles el balero con sus respectivas
chinches para que resbalara para poder embocar, el trompo con su piolín, las
bolitas de vidrio y entre ellas una cachuza la puntera, el yo-yo
Esa encomienda parecía un barril sin fondo
mientras más extraía más encontraba, unas galochas que eran unos zapatos de
goma que se ponían sobre los zapatos que eran de cuero los días de lluvia, para
cuidar que no se mojaran, un par de tiradores para sujetar el pantalón unos
broches de ropa para sujetar la botamanga del pantalón para que no se enrede en
la cadena de la bicicleta.
alejandrobojor@gmail.com...................ALEJANDRO CAPLAN
ME ENCANTÓ. BELLISIMO .GRACIAS POR NARRAR EN FORMA DE CUENTO ALGO QUE FUE Y ES PARTE DE TU VIDA,DE TU HISTORIA Y QUE AL MISMO TIEMPO ES UN PLACER PARA MI TOMAR 5 MINUTOS PARA LEERLOS.TE FELICITO AMIGO,POR TU TRABAJO,ERES UN GRAN ESCRITOR.
ResponderEliminarMUY LINDO.
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