Por las calles casi olvidadas de un antiguo
barrio suburbano va transitando un anciano de rostro curtido surcado por mil
arrugas sus manos callosas apoyadas en un bastón, va caminando caminos que mil
veces recorrió su pensamiento es el recuerdo de un tiempo allá a lo lejos,
cuando niño jugueteaba en sus baldosas.
Lleva su espalda doblada por los vientos y el
peso de los tiempos, tiene la idea firme de recordar como una especie de
boomerang, se ve a si mismo cuando era un canillita con su gorra sus pantalones
cortos sus medias tres cuartos y sus veloces zapatillas, voceando los diarios
del día.
Cada baldosa cada árbol le trae evocaciones de
aquel pasado, los juegos de ese entonces el campeonato de balero el juego de
las bolitas hincados frente a un árbol el yo-yo, y así los recuerdos van
llegando en tropel mientras camina va esbozando una mueca como si quisiera
sonreir.
Eran tiempos de juegos pero al mismo tiempo
violentos, se desarrollaba un conflicto mundial juegos de guerra y de espías de
códigos, tanto es así que en sus juegos también parodiaban y le cambiaban los
nombres a las calles.
El anciano va transitando por a que denominaron
en su código Las Tres Marías porque en esa calle vivian tres adolescentes que
precisamente se llamaban María Antonia, María Hortensia, María Consuelo y los
amigos suspiraban por ellas.
La calle Fogarata (fogata) era la calle donde
sobre el adoquinado se hacía la fogata de San Pedro y San Pablo donde se asaban
las papas sobre el elástico de cama, y como una nube pasajera que le va
diciendo al oído los nombres de las calles La Redonda en la cual siempre se
jugaba el picado, La Ruidosa por aquella fábrica de sacabocados.
La Calesita y la sortija el cine del barrio con
sus tres películas el almacenero de la esquina, hoy todo es diferente no existe
el adoquinado el asfalto donde transitan entre ruidosos motores chirridos de
frenos bocinas, han dejado en el olvido ese pasado añorado por el anciano de
manos rugosas apoyadas en un bastón que tuvo por un momento sus remembranzas
que como un boomerang lo volvió a ser un niño………
alejandrobojor@gmail.com ...........ALEJANDRO CAPLAN
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