En el cambiante mundo de los tiempos en el
ajetreado y agitado universo, caminando en la cornisa de espaciosos jardines de
la vida dejando atrás el stress y el smog los celulares, las computadoras,
viviendo en una era digital de nativos y
no digitales una era que se va apagando, y dejar paso a una nueva época la
floreciente robótica tengo envidia de las mariposas de colores.
Mariposas de colores esas que muestran su
alegría con sus diversas coloraciones, esas en que la vida transcurre en un día,
ellas que no tienen pasado ni el sortilegio del futuro, esas que libando las
flores aletean en los jardines, que me recuerda como entrando en un túnel del
tiempo la época de la niñez, un transpirado purrete corriendo tratando de
atraparlas a las casquivanas de alas tornasoladas.
Las oscuras nubes han entoldado la ciudad la
pegajosa humedad traen presagio de tormenta, ha comenzado a llover los vidrios
de la ventana se van mojando y el agua hace que las pequeñas gotas se deslicen
como lagrimas en esta tarde gris, que traen memorias y recuerdos me zambullo y
voy navegando a través del tiempo.
Que lejos han quedado esos juegos de la niñez,
el balero las bolitas de vidrio haciendo puntería en cuclillas sobre la tierra
alrededor del árbol el yo-yo, y la infaltable pelota de goma correrte hasta el
parque y poder levantar el barrilete, hoy esos juegos han sido reemplazados
casi no quedan calesitas donde volaban los sueños de esos niños.
Sigo navegando en ese túnel no veo el final en
este frágil barquito de papel que lleva por vela un trozo de cartón pinchado con
un escarbadientes. Siglo pasado la ciudad de despereza y sus movimientos son
lentos como los pasos de un minué, el adoquinado de sus calles resplandecientes
después del rocío de la noche, el brillo de las recientes vías del tranvía
añorando las tardecitas después de la escuela el café con leche con pan y
manteca preparado por las expertas manos de la madre.
La placidez de una tarde de verano las comadres
contando sus cuitas sentadas en una silla,
los niños jugando su juego preferido un picado con una pelota de goma
las niñas jugando a la rayuela, y el vigilante de la esquina haciendo su ronda
un saludo cordial a las damas.
El viaje está llegando a su finalización
traviesos duendes me han llevado a transitar en el tiempo navegando en una
frágil embarcación en ese túnel de fantasía, al igual que las mariposas de
colores la imaginación me ha hecho volar en esta tarde gris……..