Me encuentro dentro de un paisaje desconocido me siento extraño, es un panorama majestuoso como salido de un cuadro, con colores de diversos matices, estoy caminando en un campo lleno de distintas flores, ellas hablan entre si al igual que las famosas fábulas de Esopo en donde conversan entre si distintos animales, de esas fábulas todas tenían su moraleja, en esta otra mirada yo no la percibo.
La imponente rosa de colores muy atrayentes toma
el hilo de la conversación, están reunidas con ella el clavel, la flor del
girasol de un llamativo vestido amarillo y el humilde malvón, altiva la rosa
con su hábito de un sugestivo color púrpura, le expresa al girasol, su manía de
exponerse al sol llamándolo adoratriz del sol pues lo va persiguiendo todo el
día, el clavel vestido con su túnica blanca toma la palabra y se dirige al
malvón al que sus flores por los dichos de la rosa estaban más rojos que
siempre, tratando de componer la situación.
De pronto escucho una voz que me dice Ale
levántate, me rehúyo a tal situación la quiero evitar, se me va la ensoñación,
las flores, sus colores, sus perfumes, la rutina el trajín del día se inicia,
hombres apresurados con traje corbata y un portafolio, corren, miran su reloj,
quieren ganarle tiempo, al tiempo, es imposible.
Después de
mucho andar por los caminos de la vida, las arrugas del tiempo y los vientos
del pasado me han hecho sentir que en las cosas simples está la verdad, no se
pero me parece que he encontrado la moraleja que me faltaba a la presunta fábula
del principio.
alejandrobojor@gmail.com.........ALEJANDRO CAPLAN.
Fotografía ALEJANDRO CORDOBA.
ME ENCANTÓ.
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