Procurando llegar a mi casa esperando la luz
verde para así poder cruzar, fue tal mi apresuramiento que tropiezo sin querer
con un individuo. Un perdone usted salió de mi boca, pero el hombre con mirada
torva levantó los hombros y no dijo nada.
Comienzo a retomar mi camino con una sonrisa cuando veo que se aproxima una persona al hombre, es el individuo que estaba esperando de contextura grande viste muy parecido al primero pero el short del año pasado le quedaba más apretado que al anterior.
Por los ademanes que hacían pareciera de una
película italiana que había visto ya hace mucho tiempo, el primero de los
individuos le reprochaba al otro la tardanza, y el segundo le indicaba con el
dedo el short, por lo curioso del caso creí entender que el retraso fue por que
no le entraba el pantaloncito.
Luego de un rato se encaminaron en dirección del parque y los perdí de mi vista, cuantos almanaques juntos la de esos dos veteranos fue tan risueña la situación que por primera vez en el día pude sonreír.
Ese era mi problema nunca podía reírme ni
siquiera sonreírme, tenía como una congoja que me estrujaba el alma y no lo
podía describir, y lo comenté con un compañero de trabajo este me dijo tienes
que ir a un médico el te lo va a solucionar, me recomendó uno que por oídas de
otras personas era toda una eminencia y me entregó la dirección.
Estoy sentado en la sala de espera del
consultorio la asistente muy gentilmente me pregunta si tenía turno que
contesté afirmativamente estaba acompañado por mi esposa, por fin nos tocó el
turno se abre una puerta y entramos al consultorio el galeno nos ofrece unas
sillas y nos invita a sentarnos.
El profesional estaba sin el clásico guardapolvo
y con cara de póker es esa expresión que no denota ni alegría ni tristeza,
parecía Napoleón pero sin su sombrero ni su mano en el estómago debajo de su
camisa y hace su clásica pregunta ¿ Señor
que le anda pasando? Le explico mi problema y con total calma me dice pase usted a la camilla que lo
voy a auscultar, luego de revisarme toma la presión arterial y nuevamente
me hace sentar y con voz parsimoniosa comienza a hablar.
Señor le he tomado la
presión arterial y está un poco alterada y por tal motivo lo tengo que medicar
una pequeña pastillita todos los días y va a andar bien, por lo demás no veo
nada anormal pero tengo que hacerle unos estudios y un par de análisis para
complementar, por el momento no tiene que comer con sal y en lo posible bajar
de peso, señor para completar la ficha
cuál es su trabajo
le explico que trabajo en un estudio contable con números balances impuestos, con computadoras o sin ellas, con
computadoras les respondo y mirando a mi esposa con la mirada le pregunto que
tendrá que ver mi trabajo con todo esto.
Retoma nuevamente la conversación el doctor, según lo auscultado usted sufre según los
síntomas lo que se conoce como un principio de Rutinitis, es una enfermedad
nueva que se ha descubierto recientemente, es una inflamación del alma a causa
de la rutina, a diferencia de la
Rutinosis que ya es más delicada por ser esa una infección del alma, por ahora
no sabemos donde se encuentra pero existe, si no se cura puede llegar a la depresión
al parkinson o al alzhéimer.
A raíz de su trabajo está muchas horas sentado le recomendaría que cada dos horas se levante y camine un poco y aunque la naturaleza no lo llame, se llega hasta el baño o si no sale a comprar una bebida lo principal de todo esto es que camine cada dos horas, y no se olvide de las manzanas
Doctor también tengo que comer manzanas no me dijo nada de eso No señor usted está muy gordito puede ser al sedentarismo así que nada de comer, todos los días por ahora dos vueltas manzanas y lo quiero ver digamos dentro de tres meses con los estudios.
A raíz de su trabajo está muchas horas sentado le recomendaría que cada dos horas se levante y camine un poco y aunque la naturaleza no lo llame, se llega hasta el baño o si no sale a comprar una bebida lo principal de todo esto es que camine cada dos horas, y no se olvide de las manzanas
Doctor también tengo que comer manzanas no me dijo nada de eso No señor usted está muy gordito puede ser al sedentarismo así que nada de comer, todos los días por ahora dos vueltas manzanas y lo quiero ver digamos dentro de tres meses con los estudios.
Los almanaques uno a uno se fueron juntando
ahora ya estoy curado, cuando pienso o recuerdo el primer encuentro con el
galeno una agradable sensación me sacude todo el cuerpo y salen de mis labios
una risueña y sonora carcajada.
alejandrobojor@gmail.com ........ALEJANDRO CAPLAN.
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