En tiempos pasados algunos historiadores lo
ubican a fines del siglo diez y ocho o principios del diez y nueve hubo en el
mundo una revolución industrial, esta
comenzó a gestarse en Europa, mas bien consistía en fábricas
textiles, con la industrialización de géneros, cuentan que por ese entonces
muchos fabricantes se esforzaban por encontrar una tela de superior calidad.
A la sazón había un químico que sobresalía del
común y en su afán de superación y por casualidad descubre una tela de
insuperables cualidades por la cual se distinguía, la misma no se manchaba, era
impermeable, y tampoco se arrugaba pero tenía una falla solamente se podía
encontrar en el color verde, contento con su descubrimiento se hizo hacer un
traje verde y poder mostrárselo al fabricante por aquellos tiempos más poderoso.
Es entonces que aparecen sus desventuras, su
invento traía consigo que la industria textil desapareciera, por lo tanto se
quedarían sin trabajo los miles de operarios de las innumerables fábricas, los
dueños de las mismas perderían sus ganancias y el caos traería pobreza a la
población.
Situación insostenible, muy perjudicial para
todo el mundo. Es en ese momento que se reúnen los dueños de las empresas para
ver como solucionar la situación, luego de extensas deliberaciones llegan a un
veredicto, la solución es casi unánime, eliminar el estorbo como sea, pobre
químico, él y su invento tendría que desaparecer, nunca pude saber lo que
sucedió con el desventurado químico y que fue de su invento.
Es el momento que aparezca en este relato el
automóvil, para que su motor funcione se necesita energía, por ejemplo la nafta,
que proviene del petróleo, mas tarde, el uso del gas que también lo poseen las
regiones petroleras, aparecen recientemente los automóviles eléctricos, mas
lentos y menos autonomía de recorrido.
Este delirante escritor de cuentos su
imaginación no tiene límites, piensa que pasaría si alguien o alguno descubre
por casualidad, que funcione con agua, cualquier agua podría ser la del mar,
del río. Y que pasaría con las regiones petroleras y gasíferas, sería un caos,
y al igual que nuestro desventurado químico, nunca sabremos de él ni de su
invento.
Inventos tras inventos se suceden todos los
días podríamos hablar de lo aviones, en este momento hay tripulados no
tripulados, los que se hacen invisibles a los radares por su forma, a nuestra
vista, invisibles automóviles, estos inventos más reciente.
En tren de imaginar imaginemos, que en el día
de mañana se presente un químico o un inventor que por pura casualidad descubre
una tela invisible a los ojos humanos pero tiene una particularidad muy
especial, el que pase por ella, sea la puerta o un puente para entrar a otra
dimensión, puede que al pasado, o hacia el futuro sin retorno,¿que sería de él?¿sabríamos
quien era o quien fue?, esto no es real es pura imaginación PERO TAL VEZ…
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