concierto de Aranjuez

lunes, 24 de abril de 2017

MEMORIAS



En la habitación hay un individuo queriendo dormir en esa noche tan húmeda y calurosa, él lleva sobre su piel curtida las huellas de mil soles y lunas alegrías y tristezas llantos y risas a través del tiempo. Duerme en una posición fetal casi en una regresión atávica, quizás queriendo emular estar dentro del seno materno.

De pronto se despierta sudoroso y se dirige al balcón para si tomar una bocanada de aire fresco, la noche presagia lluvia negros nubarrones se presentan en el horizonte haciendo que la noche se vea más oscura, se sienta en su sillón preferido entre el perfume de sus flores y el aroma de sus plantas.


Nada perturba su paz cómplice es el silencio de la noche solamente en la lejanía el silbato de un tren, de pronto un relámpago ilumina el lugar le sigue el estruendo del trueno y comienza a llover, las gotas van cayendo sobre el alero su monótono tintinear y la brillantes de los relámpagos iluminan sus recuerdos.

Allá en la lejanía del tiempo van cabalgando recuerdos que se le presentan como un presente en un mundo cambiante vertiginoso sus, recordaciones son su remanso de paz su niñez y sus costumbres vestido con su gorra sus pantalones cortos medias tres cuartos una camisa y la infaltables zapatillas azules.

Voceando los diarios de la tarde en una esquina cualquiera una catarata de recuerdos le viene a la mente, su casa el largo pasillo sus baldosas en damero blanco y negro hasta la puerta de calle que nunca se cerraba el parral del vecino, los juegos con los amigos que ya se fueron caminando por los jardines de sus estrellas.


El anciano piensa nunca nos dimos cuenta de los felices y ricos que éramos sentados en esa gran mesa de año nuevo, ahí estaban los abuelos los padres todos los parientes tíos primos inmigrantes del principio del siglo pasado, bullicio alegría y una canción que trajeron allende los mares que todavía suena en sus oídos. Échale guindas al pavo que yo le echaré a la pava.

Las tertulias de un sábado entre mate y mate y tortitas fritas, el tiempo se escurría entre charla y el infaltable juego de lotería con sus números de madera y sus coloridos cartones, para darle más atractivo al juego cada jugador contribuía con cinco centavos por dos cartones para los ganadores de línea y cartón, juego de mayores los niños a sus juegos.

Evocaciones de un pasado que poco a poco se fue transformando en lo que es hoy un mundo acelerado presuroso, la urgencia a suplantado a la conversación la tecnología con sus computadoras sus teléfonos celulares es la opción del hoy.


Ha dejado de llover el anciano se levanta y mira hacia el cielo que ahora se ve estrellado, sus memorias lo llevaron enredado por un rato entre los hilos de una telaraña y piensa que sutil encanto tiene rememorar los recuerdos.


2 comentarios:

  1. siempre muy emotivas tu remembranzas de nuestros tiempos Me encanta leer tus cuentos me trasladan a mi infancia a esas mesas de loterias de cartones en invierno con chocolate y bizcochitos de anis y por sobre todo esto las FIESTAS con toda la familia del mas viejo al mas pequeño DEMASIADO NOSTALGIA DE LOS SERES QUE YA NO TENEMOS GRACIAS ALEJANDRO es maravillosa tu sensibilidad que yo comparto.......


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    1. Estimada amiga gracias por los elogios que sutil encanto tiene rememorar los recuerdos de la infancia casi en el otoño de la vida.
      Recibe un abrazo y saludos para toda la familia.

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