Recorriendo el parque nos pusimos a conversar,
era el una persona muy instruida lo que me pareció que en su tiempo fue
universitario y se me ocurrió comentarlo, una carcajada fue su respuesta, me
dijo ni por asomo yo desde chico hice un hábito de la lectura para mi es un
placer y leía todo lo que podía, dentro del tiempo que el trabajo me lo
permitía lo observé un poco mas detenidamente, pude comprobar que por su edad
estaba un poco encorvado, su lucidez mental intacta, claro que no podía seguirme
el ritmo, yo me adapté al suyo.
Ya medio cansado en medio de la caminata me pide si por favor podíamos parar un poco, estábamos cerca de un banco lo invité a sentarse así podíamos hablar un poco eran tan agradables sus anécdotas y a la vez simpáticas, le pregunté su nombre me respondió Ernesto, entre otras cosas me dijo que por indicación médica tenía que caminar para mantener el físico y hacer crucigramas para ejercicio mental, llevaba en su mano una botella de agua, su esposa le dijo que era para no deshidratarse.
Así fue por varios meses me dijo que para
llegar a ser Don Ernesto, tuvo que pasar tiempo, primero era Ernesto luego Señor
Ernesto más acá en el tiempo y como si fuera una medalla al mérito es Don
Ernesto, entonces comenzó con sus recuerdos anecdóticos.
Van surgiendo una a una todas sus vivencias, siendo joven trabajaba en una oficina, en la misma trabajaba un jovencito su nombre Gerundio, como le dije, me respondió que en su tiempo los padres le ponían a sus hijos el nombre de algún pariente, o del santo de ese día, se acuerda por que el joven era de pocas luces me dijo: usted me entiende, asentí con un movimiento de cabeza, recuerda que era para Navidad no así el año.
Van surgiendo una a una todas sus vivencias, siendo joven trabajaba en una oficina, en la misma trabajaba un jovencito su nombre Gerundio, como le dije, me respondió que en su tiempo los padres le ponían a sus hijos el nombre de algún pariente, o del santo de ese día, se acuerda por que el joven era de pocas luces me dijo: usted me entiende, asentí con un movimiento de cabeza, recuerda que era para Navidad no así el año.
El
momento mágico se produjo, llega este pibe Gerundio y dice como si fuera cosa
de todos los días me saqué la grande de
Navidad, la lotería de ese entonces era un pase de clase media a clase alta,
era un montón de dinero pero este muchacho no tenía idea, una vez que se fue,
todos o casi todos quedaron mudos uno dijo: Dios
le da pan al que no tiene dientes, me dije para mis adentros si lloviera
sopa estaría abajo con un tenedor, lo cierto es que casi tres días mas tarde
nos dice que no va a trabajar más en la oficina, le preguntamos donde iba a
trabajar nos dijo que no iba a trabajar más.
Resulta que el pibe hizo lo mejor que pudo hacer se dedicó a viajar, y el que tenía pocas luces se le prendieron todas lasmparitas conoce otras culturas otras costumbre, y la plasma en un libro con magníficas fotografías y anécdotas complementando el todo, y todos viajamos con él, el librero le dijo que no era un best seller pero tenía un buen éxito, y este era uno de una serie de varios libros.
Hoy lo ví traía en la mano un libro de tapas duras, estaba sentado en el mismo banco que nos vimos la primera vez, lo estaba leyendo entusiasmado y como siempre tuvimos un diálogo muy fluido, como siempre lo tuvimos, aunque había diferencia de edad éramos dos amigos de larga data, después de un tiempo de charlar nos despedimos como siempre.
Hace días que no lo veo por el parque, recorro
varias veces la senda donde caminábamos pero es inútil no lo encuentro lo
primero que pensé es que se había mudado, me dije que me lo hubiera comentado,
pensé que hacía frío y a lo mejor estaría en su casa, más adelante que hacía
calor y la humedad lo hubieran perjudicado, lo real y cierto es que a mi amigo
Don Ernesto no lo vi más.
De vez en
cuando busco en el anaquel de mi biblioteca un libro de tapas duras que él me
había obsequiado, lo abro miro en su interior las fotografías pero veo una cara
bonachona una dulce sonrisa, su voz, sus anécdotas.
Hasta
mañana don Ernesto.
Hasta
mañana Ale. HASTA SIEMPRE DON ERNESTO
alejandrobojor@gmail.com...........ALEJANDRO CAPLAN
HERMOSO!
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