Siempre que trato de escribir un cuento sentado frente a la computadora, mis manos sobre el teclado van desgranando hechos que después vuelco sobre mis relatos, para eso cuento con aliados, comúnmente un jean ya gastado por el tiempo, la camiseta de Atlanta para la inspiración, y un par de zapatillas.
Pero como esta es una ocasión especial me he vestido con un frac, camisa blanca y un moñito de color rojo, si mis estimados lectores, voy a tratar de forma amena escribir sobre el Ego, él es etéreo, invisible pero existe, es el yo, el alma, hay infinidad de libros que hablan sobre ello, diremos que podemos llenar una habitación, pero lo que no dice es donde lo ubicamos en el cuerpo humano, este delirante aprendiz de escritor tratará de situarlo.
Etimológicamente el concepto del
yo es latino ¿sus definiciones? el Ego por extensión puede ser alma,
conciencia, y para no cansarlos solamente les diré que la humanidad desde los
tiempos de los tiempos, siempre lo estudió tanto desde la ciencia, como de lo religioso,
o espiritual.
Es por eso que he pasado mucho
tiempo en las montañas de Tibet con los monjes estudiando meditación, dormido
en innumerables clases de Yoga, para hallar el equilibrio entre lo material y
lo espiritual, estoy listo para hablar con mi Yo, para preguntar lo que todos
se preguntan: ¿donde está situado?, eso sí que sería un gran descubrimiento.
-hola ¿me llamaste?
-si, precisamente quería hablar contigo
-dale apúrate, hoy no estoy bien,
-¿estas ofuscado?
-que te parece me llegó la cuenta del gas, de la luz, y la prepaga,
-pero si yo tengo una obra social
y la tuya es igual a la mía,
-si pedí turno y me dieron para el 2016 estoy que me salgo de la vaina
como pipa caliente,
-¿que me querías preguntar?,
-bueno yo quería saber donde estás
situado dentro del cuerpo. ¿Donde te puedo buscar?, estoy en xzyrtehbei dentro de él,
-perdóname pero no te escuché
bien ¿dónde es?,
-¿vos estas sordo? claro todo el día con el celular en el oído. Bueno me
tengo que ir a torrar(dormir) te tengo que dejar, ¡¡ huy me llegaron las expensas ¡¡.
Como pudieron apreciar mis queridos
lectores, mi otro Yo es bastante reo en su lenguaje, sin embargo trataré más
tarde poder conectarme, cuando esté mucho más tranquilo.
El otro día me llega un mail, uno de tantos, que decía que tenía que mandarlo a unas cuantas personas para así tener éxito en lo que emprendiera, y que iba a tener una sorpresa ese mismo día. Después de cenar suena el teléfono, una voz femenina pregunta por el Doctor fulano de tal, ‘si, con el habla’, hace tanto tiempo que no oía que me llamaran Doctor que ya me había olvidado, la voz me dice: ‘A Usted lo estábamos buscando’, resulta que la facultad nos va a dar una plaqueta por cumplir cincuenta años con la profesión, era una colega conocida.
En ese momento recorrió por todo mi cuerpo una especie de electricidad que me llegó hasta el alma, me sentí renovado, me puse frente al espejo y me miré, el espejo me devolvió una figura que no era yo, cabello negro, más joven, más rejuvenecido, tanto que tenía que realizar unos trámites en el centro, pero unas veces por el frío, otras por pereza no lo plasmaba, decidido al otro día, con la enjundia de un muchacho me dirigí a realizar mi gestión, para tal fin encaminé mi andar hacia la boca del subterráneo.
Ya estoy dentro de él, como estaba
medio lleno me tomo del pasamanos para afirmarme y de pronto me tocan el hombro,
es un muchacho lo primero que pensé es que alguien amigo de lo ajeno tomó lo
que no era suyo, pero no, este muchacho me indica que tome asiento, le dije que
no, pero se lo agradecí, resultó ser una jovencita la que me cedía el asiento,
así que entre los dos me ayudaron a sentarme, el vidrio de la ventanilla me
devuelve mi figura, mis cabellos ya no eran negros, eran blancos y mis manos
tenían arrugas, se pinchó el globo de mi juventud y me llegó hasta el alma,
durante el trayecto me puse a pensar, si se pincha un neumático de un automóvil,
se dirige a una gomería, un parche y listo, si uno se lastima una curita, ¿como
se cura una herida del alma?
-¡la gotita¡
- ¿quien está hablando?
-soy yo tu otro yo, ¿no preguntaste por la cura del alma? ponele la
gotita y sanseacabó, ponele la firma.
Yo tampoco se donde se ubica el
alma, que mecanismo se sigue para encontrarse con ella, se que las neuronas son
las conductoras del sistema nervioso, por las arterias y las venas la sangre,
el sistema linfático, pero creo saber el lugar de entrada, ellos son los
sentidos, más aun el sentido del oído, es el responsable del equilibrio si el
no funcionara nadie podría caminar, endulza el oído con palabras suaves y
tiernas y te llegará al alma el que escribe cree que el mejor remedio para
restañar las heridas del alma es el amor todos los días una pequeña dosis.
Estimados lectores los dejo tengo que irme y llevarme al
otro yo
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