Este relato comienza como todo cuento “por
casualidad”. Estando en el negocio de un amigo, conversando animadamente sobre
noticias de actualidad, de pronto se presenta el florista con un enorme ramo de
flores, pregunta por Miguel ese es el nombre de mi amigo, lo miro con
extrañeza y le pregunto no sabía que tenías un aniversario, me dijo bajito
para que nadie escuchara es el cumpleaños de mi señora y quiero darle una
sorpresa, y me indicó si por esas casualidades tienes que regalar flores, este hombre es el más conveniente está acá a
la vuelta, tiene un puesto sobre la calle, miré el ramo era excelente le dije
que lo tendría en cuenta para cuando llegue la oportunidad.
Después de varios meses de aquella
conversación, la patrona comienza muy sutilmente a insinuarme que se acerca una
fecha muy importante, como si yo no me diera cuenta que es nuestro aniversario
de casamiento, es el número cincuenta bodas de oro no es un aniversario más,
es todo un acontecimiento que hay que festejarlo con el mayor brillo, gente
sencilla y simple acostumbrado a lo familiar sin mucho oropel, el festejo sería
como dice mi gente una mesa larga pero
en familia.
Florista…………….quien no lo conozco
Yo………………….se me cayó la garantía y el asunto
venía mal pensé
Yo………………….lo he visto a usted varias veces con
hermosos ramos de flores
Florista……………..el festejo de que se trata
Yo…………………..Don José quiero un ramo para que
nunca lo olvidemos la patrona
y el que le habla se lo agradeceremos siempre
Florista……………...se lo que quiere
Yo…………………...le dejo un anticipo
Florista………………cuando se lo lleve
Es el momento que se oye la voz de la señora
que dice, bueno señor puede dejar una seña, ella era la negociante el hombre
sencillamente un florista, me deja un instante para anotar y entra a una
especie de puerta camuflada entre las flores, iría a buscar una computadora una laptop, no la encontraba le preguntó
a la señora si lo había visto en fin después de un rato aparece con un cuaderno
de tapas negras y un lapicera, y anota y yo que pensé que estamos pasando casi
mas de diez años del nuevo siglo pero el florista parece que no.
El día ha llegado hemos recibido el más hermoso
ramo que uno pueda pensar para recordarlo toda la vida, además de su trabajo
puso en ese ramo su corazón este artista de las flores el Florista.
Me encantan las flores sobre todo su enorme
gama de colores además de su perfume, cuando paso por una florería o cualquier
puesto de flores siempre me paro un rato y así contemplarlas por un pequeño
instante, es un bálsamo para el espíritu por lo menos para el que escribe, miro
a mi alrededor veo gente que mira sin ver, apurados en su andar con un celular
puesto en la oreja o simplemente en la mano, ellos se pierden el maravilloso
mundo de las flores, el maravilloso mundo de los colores y aromas.
Un mito popular dice que hay que hablarles a
las flores y a las plantas para que den lo que pueden ofrecer, flores mas
grandes colores más brillantes, ellas entienden pero no hablan yo creo que si,
por las noches se comunican, en un tiempo tenía un patio grande y como me
gustan, conservaba en pequeñas macetas, rosas, jazmines, gladiolos,
pensamientos, los alimentaba con nutrientes, les regaba con agua y les hablaba
como decía el mito.
Iba viendo que las mismas tenían más verdor eran más coloridas, cuando sucedió algo inédito, entre todas las macetas había una maceta grande esas antiguas de piedra con patas, allí solía haber un malvón que siempre estaba lleno de flores rojas intensas y grandes antes de traerla en esta mudanza, desde ese momento siempre daba hojas de un verde intenso pero nunca más dio una flor.
Pienso que se puso celosa de las demás, una noche me puse a charlar, yo hablaba, parecía un loco más, y sucedió, como a los tres días de la charla el malvón me dio la más bella flor que yo haya visto, grande majestuosa de un color púrpura fuerte para que la contemple hasta su desaparición, más luego todas fueron hojas verdes cada vez más grandes. Nunca más dio alguna flor aún conservo la vieja maceta de piedra con patas y mi malvón
ALEJANDRO CAPLAN...................alejandrobojor@gmail.com
Iba viendo que las mismas tenían más verdor eran más coloridas, cuando sucedió algo inédito, entre todas las macetas había una maceta grande esas antiguas de piedra con patas, allí solía haber un malvón que siempre estaba lleno de flores rojas intensas y grandes antes de traerla en esta mudanza, desde ese momento siempre daba hojas de un verde intenso pero nunca más dio una flor.
Pienso que se puso celosa de las demás, una noche me puse a charlar, yo hablaba, parecía un loco más, y sucedió, como a los tres días de la charla el malvón me dio la más bella flor que yo haya visto, grande majestuosa de un color púrpura fuerte para que la contemple hasta su desaparición, más luego todas fueron hojas verdes cada vez más grandes. Nunca más dio alguna flor aún conservo la vieja maceta de piedra con patas y mi malvón
ALEJANDRO CAPLAN...................alejandrobojor@gmail.com
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