concierto de Aranjuez

lunes, 23 de julio de 2012

EL FLORISTA





Este relato comienza como todo cuento “por casualidad”. Estando en el negocio de un amigo, conversando animadamente sobre noticias de actualidad, de pronto se presenta el florista con un enorme ramo de flores, pregunta por Miguel ese es el nombre de mi amigo, lo miro con extrañeza y le pregunto no sabía que tenías un aniversario, me dijo bajito para que nadie escuchara es el cumpleaños de mi señora y quiero darle una sorpresa, y me indicó si por esas casualidades tienes que regalar flores,  este hombre es el más conveniente está acá a la vuelta, tiene un puesto sobre la calle, miré el ramo era excelente le dije que lo tendría en cuenta para cuando llegue la oportunidad. 

Después de varios meses de aquella conversación, la patrona comienza muy sutilmente a insinuarme que se acerca una fecha muy importante, como si yo no me diera cuenta que es nuestro aniversario de casamiento, es el número cincuenta bodas de oro no es un aniversario más, es todo un acontecimiento que hay que festejarlo con el mayor brillo, gente sencilla y simple acostumbrado a lo familiar sin mucho oropel, el festejo sería como dice mi gente una mesa  larga pero en familia.

Fue así que me acordé en ese momento del florista, el de aquel hermoso ramo que había visto en esa oportunidad, me dirigí hasta el puesto para encargarle un ramo para la ocasión, efectivamente el puesto se encontraba en la vereda lo atendían la señora y él, lo encaré y le pregunté: bueno el dialogo fue este más o menos de este modo

Yo preguntando…..vengo recomendado por Miguelito si eso es garantía

Florista…………….quien no lo conozco

Yo………………….se me cayó la garantía y el asunto venía mal pensé

Yo………………….lo he visto a usted varias veces con hermosos ramos de flores

Florista……………..el festejo de que se trata

Yo…………………..Don José quiero un ramo para que nunca lo olvidemos la patrona

y el que le habla se lo agradeceremos siempre

Florista……………...se lo que quiere

Yo…………………...le dejo un anticipo

Florista………………cuando se lo lleve

Es el momento que se oye la voz de la señora que dice, bueno señor puede dejar una seña, ella era la negociante el hombre sencillamente un florista, me deja un instante para anotar y entra a una especie de puerta camuflada entre las flores, iría a buscar una computadora una laptop, no la encontraba le preguntó a la señora si lo había visto en fin después de un rato aparece con un cuaderno de tapas negras y un lapicera, y anota y yo que pensé que estamos pasando casi mas de diez años del nuevo siglo pero el florista parece que no.

El día ha llegado hemos recibido el más hermoso ramo que uno pueda pensar para recordarlo toda la vida, además de su trabajo puso en ese ramo su corazón este artista de las flores el Florista.

Me encantan las flores sobre todo su enorme gama de colores además de su perfume, cuando paso por una florería o cualquier puesto de flores siempre me paro un rato y así contemplarlas por un pequeño instante, es un bálsamo para el espíritu por lo menos para el que escribe, miro a mi alrededor veo gente que mira sin ver, apurados en su andar con un celular puesto en la oreja o simplemente en la mano, ellos se pierden el maravilloso mundo de las flores, el maravilloso mundo de los colores y aromas.

Un mito popular dice que hay que hablarles a las flores y a las plantas para que den lo que pueden ofrecer, flores mas grandes colores más brillantes, ellas entienden pero no hablan yo creo que si, por las noches se comunican, en un tiempo tenía un patio grande y como me gustan, conservaba en pequeñas macetas, rosas, jazmines, gladiolos, pensamientos, los alimentaba con nutrientes, les regaba con agua y les hablaba como decía el mito.

Iba viendo que las mismas tenían más verdor eran más coloridas, cuando sucedió algo inédito, entre todas las macetas había una maceta grande esas antiguas de piedra con patas, allí solía haber un malvón que siempre estaba lleno de flores rojas intensas y grandes antes de traerla en esta mudanza,  desde ese momento siempre daba hojas de un verde intenso pero nunca más dio una flor.

Pienso que se puso celosa de las demás, una noche me puse a charlar, yo hablaba, parecía un loco más, y sucedió, como a los tres días de la charla el malvón me dio la más bella flor que yo haya visto, grande majestuosa de un color púrpura fuerte para que la contemple hasta su desaparición, más luego todas fueron hojas verdes cada vez más grandes. Nunca más dio alguna flor aún conservo la vieja maceta de piedra con patas y mi malvón




ALEJANDRO CAPLAN...................alejandrobojor@gmail.com










No hay comentarios:

Publicar un comentario