concierto de Aranjuez

lunes, 23 de diciembre de 2013

DIBUJANDO UN FIN DE AÑO




Estando próximos a un nuevo año las calles de la gran urbe se ve envuelta por una inmensa masa de caminantes presurosos inmersos en el vértigo de la gran ciudad, las vidrieras lucen sus mejores galas peatones llevando paquetes quizás algún regalo, es el tiempo de reunirse la familia para festejar el nuevo año, dejando atrás el ropaje del viejo con sus recuerdos sus risas y llantos sus alegrías y penas  para recibir con ilusiones y esperanzas alborozados al recién llegado.


Fue un fin de año de ¡ Que importa el año? no viene a cuento, ya estando instalados con mi esposa en la casa grande de la gran terraza de la gran parrilla, decidimos que para ese fin de año hacer un asadito invitar parientes y amigos total teniendo la terraza grande podrían caber todos.

Para dar realce al pequeña fiesta de fin de año encontré en el viejo galpón una hilera de lucecitas de colores que atravesarían la azotea, luces blancas rojas verdes arrumbadas desde hace tiempo pude comprobar que funcionaban perfectamente.

Con el entusiasmo no nos dimos cuenta que para tal circunstancia necesitaríamos como tres o cuatro mesas por los invitados era imposible subirlas por la pequeña escalera, no me acuerdo de quien fue la idea pero alquilamos o compramos un tablón de madera que hiciera de mesa y tres caballetes para sostenerla y un largo banco de madera a un costado de la misma.


Los manteles sobre la misma sujetados por broches no quedaban muy estético pero practico, poco a poco van llegando los invitados muchos de ellos fueron dejando su tranquila siesta pueblerina por el trajinar vertiginoso de la gran ciudad, se encuentran con algunos que hace tiempo no se veían los abrazos cordiales los saludos de la ocasión, se oye la voz del asador señores vayan tomando asiento que el asado se pasa, los purretes correteaban y sus voces chillonas parecían canarios cantarines.

En esa noche de verano bochornosa una suave brisa va envolviendo a los presentes mientras una música se escucha bajita dentro del antiguo galpón, y así entre risas y brindis transcurría la agradable reunión.

Como si un mago en un acto de magia desaparece los platos, y aparecen una botella de sidra bebidas gaseosas confituras turrones para esperar la mágica medianoche y el nacimiento del nuevo año.

En el silencio de la noche se escuchan las campanadas de las doce se descorchan las sidras, las copas se alzan en un gran brindis deseando salud paz y prosperidad para todos los presentes en el venidero año, en un momento el cielo se ilumina un espectáculo le luces y colores se presenta ante los ojos asombrados de los circunstanciales invitados, los fuegos artificiales era por decir la frutilla del postre.


Lentamente se va cerrando el cofre de los recuerdos, un espejo me devuelve mi imagen los almanaques de uno en uno se fueron amontonado casi sin darme cuenta, mi cabello negro azabache se ha transformado, ahora luzco un blanco grisáceo surcos en mi rostro arrugas en mis manos, pero siempre cuando llega esta fecha una pequeña luz de esperanza se crea en mi mente y en mi alma esperando como en aquel día un venturoso y feliz año nuevo……..


alejandrobojor@gmail.com ............ALEJANDRO CAPLAN

        



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