Un cierto día que bien podría ser en una gran
ciudad como Nueva York o de Europa Londres, Paris, en un club privado se
hallaba sentado en un amplio sillón de cuero un magnate con un cigarro su vaso
de whisky con hielo leyendo un diario, donde se leía en letras grandes de
catástrofe un extraño robo de diamantes valuado en millones de dólares, ningún
gesto en su rostro que parecía imperturbable como si presentía lo sucedido
cerró el diario y se levantó de su asiento para dirigirse a la salida.
Su andar era lento por su obesidad lo siguen
dos guardaespaldas, y se encaminan a la calle para subirse a un automóvil de
última generación dirigiéndose al Aeropuerto donde lo esperaba su aeronave
particular. ¿Quién era esa importante persona? su nombre era un secreto pero su
apodo como se lo conocía era, Mabul el Grande hombre de negocios en varias
partes del mundo.
En cuanto a la noticia del diario, se podría
leer en letras rojas el robo de los diamantes en el aeropuerto de una ciudad de
Holanda, en varias bolsas bien embaladas que contenían los brillantes lo
depositaron en un hangar custodiado con cámaras y guardia permanente, como el
vuelo se hizo de noche para no despertar sospecha desde un lugar de África las
mismas se abrirían a la mañana siguiente.
Sorpresa y desconcierto se creó cuando
descubrieron que las bolsas tan bien embaladas contenían cristales semejantes a
los diamantes de un material que los investigadores no lo conocían, y una
tarjeta en cada una de ellas que representaba una estrella y dentro un nombre
El Visinquí, era tal la confusión que se pidió auxilio a varias agencias y
policías de casi todo el mundo.
Desde un principio los investigadores
supusieron que los embarques fueron cambiados en el país de origen, una
comitiva se trasladó a África para averiguar lo que realmente había pasado,
todo su entorno era confuso se interrogó a todos que tuvieran participación en
el envío de los diamantes con resultado negativo, el desconcierto es total más
cuando él o los dueños de la mina de diamantes comenzaron las acciones
pertinentes para poder cobrar el seguro.
Mientras esto sucedía comenzaron una serie de
hechos en continuidad de desapariciones de dinero de un prestigioso banco
burlando todas las medidas de seguridad, y en forma electrónica le desaparecieron
cientos de millones de dólares, así como otros hechos de gran envergadura que
aún no fueron hechos a conocer. Se supone que atrás de estos sucesos habría una
poderosa organización con grandes recursos económicos para realizar estos
robos.
La empresa aseguradora envía a su principal
detective experimentado en casos como el que hablaba todo el mundo, y parte
hacia el país de origen del transporte se encuentra al final de la
investigación con el mismo resultado negativo que había tenido la primera comitiva,
era un caso complejo y haría lo imposible para resolverlo y poco a poco se va
internando en un Continente desconocido tratando de encontrar una pista.
Desafiando las inclemencias del tiempo y de la
selva las enfermedades como la malaria, o las alimañas o la mordedura de una serpiente,
tierra adentro cerca de otra mina de diamantes oye por primera vez la palabra
anajamu pronunciada por un nativo que trabajaba en la mina.
Averiguando más
pudo saber que esa palabra no era el idioma que hablaban pero no tenía certeza
a que se refería, y así se lo hizo saber a la empresa de seguros y se fue
internando en una tierra hostil, un poco por desconocimiento y la curiosidad lo
trasladaba, de pronto se encuentra con árboles inmensos que nunca había visto a
los que los nativos lo llaman el árbol del pan de los monos (Baobab)
El hombre quizá por el calor reinante y la
fatiga entra en un delirio, donde piensa que el mapa del mundo es un tablero de
ajedrez donde los peones cuidan al rey a la reina a los alfiles, ellos los
peones son los seres humanos comunes por lo tanto son sacrificables para poder
ganar una partida, ya la fiebre lo supera y en su alucinación ríe y corre como
un loco.
Pensamientos entrecruzados rayanos con la locura, de que color es el
dinero, no importa su color ni los ceros marcados, es un pedazo de papel lo
importante es que es tan poderoso se puede comprar voluntades corromper
sociedades, ya el hombre había llegado a lo profundo del continente y saliendo
de la selva, como un espejismo se le presenta ante él un hermoso gran lago de aguas azules el lago
Victoria, y se lanza en sus aguas pero infectada de cocodrilos nunca más se
supo del hombre.
CAPITULO
II
Los investigadores no salían de su asombro al
no poder encontrar explicación posible ante este suceso, y empezaron a buscar
dentro de la numerosa tecnología que poseían alguna pista para destrabar el
rompecabezas, poniendo en alerta los satélites disponibles. El Calentamiento
global producto de la emisión de gases y el talado indiscriminado de árboles ha
hecho que el clima se vea alterado, asimismo los frecuentes sismos han hecho
desaparecer pequeños islotes y emerger otros, los tornados son un azote
constante.
Numerosas organizaciones delictivas han
producido un cambio radical y la lucha es constante, una de estas
organizaciones con mucho recursos económicos formando una pantalla para sus
actividades ilícitas, es Imperfletic Sociedad Anónima la cual ha contratado
científicos tantos químicos como físicos ignorando estos los fines de de esta
organización.
En el planeta existen lugares que se han
descubierto pero todavía no fueron explorados, en uno de ellos muy remoto la organización ha
montado un gran laboratorio, con el fin ellos decían de que estos científicos
encontraran un camino para terminar con el flagelo del calentamiento global
pero escondían sus verdaderas intenciones.
El primer golpe fue la desaparición de los
diamantes valuados en millones de dólares que fueron cambiados por un material
parecido, producto de toda la ingeniería científica de los mismos, la otra fue
vulnerar la seguridad de un prestigioso banco, los científicos experimentaban
en la teoría de Einstein la velocidad de la luz, con rayos láser, estaban
atrás de un proyecto espectacular la trasmutación de las moléculas.
Un hecho casual fue la aparición de una nave
aérea que pasó sobre el lugar viendo gran actividad en la isla descubierta pero
no explorada, le causo extrañeza y así lo hizo saber al término de su viaje,
las autoridades se dirigieron donde las coordenadas le marcaban, grande fue su
sorpresa al encontrar un inmenso laboratorio encontrando entre otras cosas
esbozo de un cohete y fórmulas químicas para ese cohete, y muchas otras cosas
descubriendo las actividades que estos físicos y químicos realizaban
Entre los numerosos papeles y escritos y
formulas encontradas que unos prestigiosos químicos no supieron descubrir,
también se encontró un depósito perteneciente al laboratorio escondido en le
frondosa arboleda donde en unas cámaras poseían gran cantidad de pastillas de
diferentes colores, intrigados las fueron recogiendo para estudiarlas.
El asombro fue generalizado cuando descubrieron
que las pastillas eran de escopolamina una droga peligrosa llamada comúnmente
burundanga, que produce un árbol originario de África lo peligroso de esta
droga es que anula la voluntad, pero a su vez el individuo cuando reacciona no
recuerda ese momento quedando su mente en blanco recordando los recuerdos
remotos.
Retrocediendo a los robos de los diamantes se
les preguntó a todos los que trabajaron ese día en el transporte de los mismos,
refirieron que les dieron a tomar a todos una bebida refrescante, posiblemente
les pusieron droga, es por eso que cuando se los indagó por primera vez no
recordaban nada extraño.
Se dirigieron a las oficinas de esta Sociedad
Anónima en un lujoso edificio, ellas se encontraban vacías solo papeles y uno
que decía Anajamu no supieron saber de donde provenía, un viejo investigador
creyó ver en ella un anagrama con silabas de los que formaban parte de la sociedad.
Nunca supieron quien formaba parte
desaparecieron los apodos de Mabul el Grande, Pirón de cinco puntas, el
asombroso Barminá, y el Visinquí.
África continente misterioso a ojos extraños
que guardados secretos tendrán para ofrecer…………
alejandrobojor@gmail.com...........ALEJANDRO CAPLAN.