En un antiguo bar alrededor de una mesa se
encontraban cuatro veteranos amigos conversando mientras saboreaban en un crudo
invierno una humeante taza de café. ¿De que hablaban? de todo, esos sabios expertos
curtidos en mil batallas trataban de arreglar el mundo dentro de una cantina.
Por el paso del tiempo y el peso de los años de
los circunstanciales presentes de uno a uno comenzaron a retirarse, solo
quedamos Carlitos y yo es que nuestra amistad viene desde el colegio primario. El
comenzó a trabajar en una pequeña empresa donde tenía una oficina, a medida que
el tiempo pasaba esa pequeña empresa poco a poco se fue agrandando, y pasó de
tener una oficina a un cubículo de dos metros cuadrados con un escritorio una
computadora y una sensación de asfixia que lo confundía.
Fue en ese momento un poco turbado me dijo, tu
sabes que eres mi mejor amigo casi un hermano y necesito un consejo, tomó un
poco de aliento y me fue contando sus angustias, estoy decidido a dejar el trabajo el clima de asfixia y los años
transcurrido y algunos sucesos que me
ocurrieron recientemente me decidieron Extrañado le pregunto ¿Qué le
sucedió? sigue hablando y me cuenta no se
si son los años pero me suceden cosas extrañas como reconocer a una persona y
no recordar su nombre, o ir a buscar algo y olvidarme que fui a buscar.
Algo pasó el otro día
que me llamó la atención desde el primer día que comencé a trabajar en la
empresa, siempre iba vestido con traje
corbata y zapatos con cordones asentí con un movimiento de cabeza, ante de ayer me levanto como todos los días
para ir al trabajo me voy a vestir y me olvidé como atar los cordones de las
zapatos lo mismo me pasó con la corbata sabía todos los nudos el Windsor el
Filipino no pude eso no se enseña en la escuela se aprende en la casa, en fin
me puse unos mocasines viejos con una buena lustrada quedaron como nuevos,
camisa sin corbata y un saco sport los compañeros de la empresa se quedaron
extrañados
Y ahora lo más
angustiante que me está pasando por todo lo anterior y por lo que te voy a
contar quiero tu consejo. Hace varios días que sueño que soy un ladrón que me
levanto de la cama, me pongo una bata y unas chinelas y llevo una linterna me
miro al espejo, realmente soy lo más parecido a un ladrón solo me falta el antifaz,
camino sigiloso para que no me alcancen los recuerdos me llego a la cocina solo
se oye el sonido del viento la tormenta está en su apogeo, recorro las cortinas
observo la ramas de los árboles, el viento hace agitar las mismas ahora sin su
vestidura verde parecen bailar un ritmo cadencioso mostrando su pálida
desnudez.
Luego me llego hasta
la heladera y como un noctámbulo ladrón de heladera la abro, y me encuentro una
caja de bombones surtidos todos envueltos en papeles metálicos de fulgurantes
colores, los hay rojos verdes azules abro el primero, y me encuentro con los
recuerdo ellos me han alcanzado, recuerdo las veloces zapatillas azules Don
Manuel el vecino con su largo patio entoldado con un parral, cuando daba sus
frutos la repartía entre los vecinos y algunas hojas tiernas con que mi madre
hacía unos deliciosos niños envueltos.
Las fogatas de San
Pedro y San Pablo ir recogiendo madera para la misma, encontrar un elástico par
asar las papas, todo se repite noche tras noche es un sueño recurrente, fueron pasando los días hasta hoy a la mañana,
estando yo en otro lugar de la casa escucho a mi señora desde la cocina exclamando
con una voz fuerte ¡¡CARLITOS TU HAS VISTO EL ENVASE DE DULCE DE LECHE¡¡................
Alejandrobojor@gmail.com......ALEJANDRO CAPLAN
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