Como una nube transparente trayendo de los
tiempos la evocación de una historia Hay un anciano escribiendo una carta con
manos temblorosas, pidiendo perdón o tal vez una excusa o es la voz de su
conciencia que ha ocultado un suceso acaecido hace treinta años, la escribe en
un suelo que no es el suyo donde hay una neblina casi permanente con atisbos de
sol que se asoma detrás de un cielo nublado.
Corrían los primeros meses del año 1877 no
sabiendo el anciano de casi ochenta y cinco años que ese era el primer día de
sus últimos cuatro, que fue cuando dejó este mundo el se llamaba Juan Manuel de
Rosas que gobernó en los primeros albores del nacimiento de su patria, controvertido
gobernador para algunos, héroe para otros, él toma el timón de una nación que
se desangraba por luchas internas, en tiempos violentos cuando la ley era solo
una palabra con mano firme el restaurador de las leyes impone su ley.
Estas primeras palabras refiriéndose a Juan
Manuel de Rosas es que en el hecho está relacionado el poder con los amantes,
en una época que no era la suya ellos eligieron la equivocada.
Ella se llamaba Camila O;Gorman de familia
aristócrata en donde alguna vez el caudillo frecuentó, amiga intima de su hija
Manuelita en una sociedad de aquel tiempo autoritaria pedante la voluntad del
padre se cumple a rajatabla, uno de los hermanos Eduardo era sacerdote, devota
acostumbraba ir frecuentemente a la iglesia es allí que conoció a Ladislao
Gutiérrez un sacerdote tucumano que estudió en el mismo seminario que el
hermano.
Así como amigo del hermano frecuentaba la casa,
largas cabalgatas y charlas en su casa encendieron las llamas del amor un amor
correspondido, y decidieron huir, su destino era llegar a Brasil con su poco
dinero no pudieron llegar y se cobijaron en Goya provincia de Corrientes con
nombres falsos, en ese lugar Camila tenía familiares que la ayudaron fundaron
una escuela donde daban clases y fue la primera escuela de la ciudad de Goya.
El destino fue impiadoso con ellos, circunstancias,
casualidades, quisieron que lo reconociera un sacerdote que lo denunció a las
autoridades, pese a la negación del mismo una partida los lleva prisioneros y
por orden de Rosas los trasladan a Buenos Aires en dos carruajes, a ella a una
prisión y a él a la cárcel del cabildo.
Una fría mañana del mes de Agosto fueron
ejecutados por un pelotón de fusilamiento por orden del gobernador Juan Manuel
de Rosas ¿Cual fue su crimen enamorarse quererse? Un acto atroz acaba de
cometerse, las palabras altisonantes de una sociedad autoritaria, con dedos
acusadores pedían un castigo ejemplar por que una mujer de la aristocracia fue
la transgresora, la iglesia de aquel tiempo también se sumó por que un
sacerdote violó los votos de castidad.
Una cerrada descarga terminó con sus vidas una
mancha carmín brotó de su camisa que luego se fue extendiendo en la unión de
los baldosones de la prisión, la manchas color bordó marcharon paralelas hasta
que se unieron al final de los mismos formando un corazón de los tres ajusticiados,
Camila, Ladislao y la vida de un ser que Camila llevaba en su vientre estaba
embarazada.
Esa sociedad pacata puritana acalló sus voces
fueron bajando sus dedos acusadores para entrar en el anonimato, todo fue
silencio dentro y fuera de los templos, un crimen se había cometido solo quedó
un papel sellado con la firma de Juan Manuel de Rosas como único responsable de
aquella tragedia.
Aquel acto apresuró la declinante estrella de
un gobernador que se apagó en el año 1852 luego de la batalla de Caseros donde
fue vencido, junto a su hija Manuelita pidió asilo político en la embajada
inglesa.
Esa carta que estaba escribiendo el anciano
cuarenta años después de aquel episodio, no tendría sentido más bien sería una
confesión, cuando la justicia es lenta los vientos de los tiempos la van
haciendo jirones hasta parecerse a la injusticia, y si todavía es más lenta
puede desaparecer tornándose invisible y llegar hasta el olvido.
alejandrobojor@gmail
.com ...........ALEJANDRO CAPLAN
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