En un verano
caluroso, fastidiado después de un día ajetreado, el individuo se desploma pesadamente
sobre su lecho, intenta dormir, pero una luz que penetra por las hendijas de la
ventana lo inoportuna, trata de darle la espalda a la misma, el calor le era a
esta altura insoportable, no podía conciliar el sueño, repentinamente se
levanta para encender un viejo ventilador de techo y se vuelve a acostar, aún
así el sueño es una ilusión.
Molesto por
tal situación, cae en una especie de meditación, con los ojos abiertos mirando
hacia el techo, pero mirando sin ver, de pronto todo queda a obscuras, perplejo
por lo ocurrido, en su interior al mismo tiempo se alegró por fin podría descansar, su viejo ventilador
de techo también dejó de funcionar es que se había cortado la electricidad.
Furioso y
mortificado, ya casi al borde de un ataque de nervios, se levanta y comienza a
caminar alrededor de su cama, y decide salir a la puerta y tomar un poco de
aire, su alrededor, una boca de lobo, toda obscuridad pero un vientecillo traía
algo de alivio ante tanta caléndula.
El hombre
descubre una sombra al borde de la vereda, sentada en el cordón con sus piernas
sobre el asfalto, con cautela se acerca y comprueba que el que está sentado es
una persona que al verlo le habla poco y nada, se entiende lo que dice, parece
ser un borracho diciendo incoherencias, en estas circunstancias el sujeto aún
diciendo discordancias algo de razón tenían sus palabras.
Sus palabras sus
gestos su tono alto hace suponer que poseía una educación medianamente alta,
dice, amigo no se porque al individuo le atrae todo lo que sea misterioso, lo
oculto, la magia, será tal vez la curiosidad que se lleva dentro de uno, esa
curiosidad es la entrada de otros individuos, que actuando de mala fe, lo
atrapan con sus fantasías, todavía no
puedo entender como pude caer en esa trampa, en esa estafa, justo a mi,
caminador de la vida, y aquí me ve sentado en un cordón de una vereda, y con
unas cuantas copas de más para olvidar, se recostó sobre la vereda y se quedó
dormido.
Nuestro amigo
se quedó intrigado, que le habrá pasado al individuo y en un momento le picó el
bichito de la curiosidad, la verdad nunca la sabrá, quedó oculta tras un sueño
etílico, en ese momento ya había vuelto la energía y se volvió nuevamente,
prendió el viejo ventilador de techo, y prácticamente se zambullo en su cama
procurando dormir, en eso estaba cuando comienza a oír un ruido que lo perturba
trac trac trac y no lo deja descansar es el ventilador que en su girar produce
el ruido, nuevamente se levanta y lo coloca a más revoluciones ahora el ruido
es más fuerte TRAC TRAC TRAC es imposible conciliar el sueño, en un rato ha de
sonar el despertador, indicando que es
la hora de levantarse para ir a trabajar.
Se mira en el
espejo del baño, su cara demacrada por falta de descanso pálido, parece un
zombi, camina como un zombi, se traslada como un zombi, va camino a su trabajo,
pero como siempre pasa por una agencia de lotería, es que nuestro amigo es
afecto al juego de la quiniela, y quiere ver el último sorteo de la misma,
observa el número salidor el 17 en la jerga quinielera, la desgracia, no quisimos saber cual es su
número, la curiosidad ya se vio que es mala consejera, lo dejamos al amigo
trasladarse a su trabajo observando desde lejos, pareciera que camina como un
zombi, con ese andar de un autómata.
Frente a la
casa de nuestro amigo, hay un edificio relativamente nuevo de varios pisos, en
uno de ellos viven unos adultos mayores, matrimonio de jubilados, ambos con sus
cuitas encima, sus dolores, sus achaques pareciera que hasta las pestañas les
doliera, callados, recordando sus vidas, encuentran que a medida que el tiempo
pasa, se va haciendo más difícil la convivencia en su repaso cuentan, que en su
tiempo cada uno sabía de sus vecinos, hasta el nombre del vecino de la esquina,
en el tiempo actual capaz que no conoces al vecino de tu mismo piso, en esas
reflexiones estaban cuando los sorprendió un llamado telefónico dejando la
conversación para más adelante.
Las paredes
delgadas de este edificio hacen que se escuchen todos los ruidos se sabe si la
vecina de arriba usa tacos altos o
chinelas, es un poco incómodo para los ancianos, en cierta ocasión alquilaron
el departamento superior que estaba vacío, les dijeron a todos los vecinos que
los nuevos inquilinos era una parejita, la realidad era que se lo alquilaron
presuntamente a un estudiante.
Ahora los
ancianos saben de la nueva modalidad de los jóvenes, la previa, en donde un
grupo de jóvenes, se reúnen antes de ir a bailar a un boliche, es tanta su
energía que sus voces van subiendo de tono a medida que el tiempo pasa, es así
hasta altas horas de la noche donde nadie puede descansar, Juventud noctámbula adoratriz de la noche como
su forma de vivir, piensan los ancianos son otros tiempos, otra época, otros
los actores otras sus costumbres, hay una frase que dice, lo que es moda no
incomoda.
alejandrobojor@gmail.com.......ALEJANDRO CAPLAN
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