concierto de Aranjuez

viernes, 11 de enero de 2013

CUENTOS TRASNOCHADOS


En un verano caluroso, fastidiado después de un día ajetreado, el individuo se desploma pesadamente sobre su lecho, intenta dormir, pero una luz que penetra por las hendijas de la ventana lo inoportuna, trata de darle la espalda a la misma, el calor le era a esta altura insoportable, no podía conciliar el sueño, repentinamente se levanta para encender un viejo ventilador de techo y se vuelve a acostar, aún así el sueño es una ilusión.

Molesto por tal situación, cae en una especie de meditación, con los ojos abiertos mirando hacia el techo, pero mirando sin ver, de pronto todo queda a obscuras, perplejo por lo ocurrido, en su interior al mismo tiempo se alegró  por fin podría descansar, su viejo ventilador de techo también dejó de funcionar es que se había cortado la electricidad.

Furioso y mortificado, ya casi al borde de un ataque de nervios, se levanta y comienza a caminar alrededor de su cama, y decide salir a la puerta y tomar un poco de aire, su alrededor, una boca de lobo, toda obscuridad pero un vientecillo traía algo de alivio ante tanta caléndula.

El hombre descubre una sombra al borde de la vereda, sentada en el cordón con sus piernas sobre el asfalto, con cautela se acerca y comprueba que el que está sentado es una persona que al verlo le habla poco y nada, se entiende lo que dice, parece ser un borracho diciendo incoherencias, en estas circunstancias el sujeto aún diciendo discordancias algo de razón tenían sus palabras.

Sus palabras sus gestos su tono alto hace suponer que poseía una educación medianamente alta, dice, amigo no se porque al individuo le atrae todo lo que sea misterioso, lo oculto, la magia, será tal vez la curiosidad que se lleva dentro de uno, esa curiosidad es la entrada de otros individuos, que actuando de mala fe, lo atrapan con sus  fantasías, todavía no puedo entender como pude caer en esa trampa, en esa estafa, justo a mi, caminador de la vida, y aquí me ve sentado en un cordón de una vereda, y con unas cuantas copas de más para olvidar, se recostó sobre la vereda y se quedó dormido.

Nuestro amigo se quedó intrigado, que le habrá pasado al individuo y en un momento le picó el bichito de la curiosidad, la verdad nunca la sabrá, quedó oculta tras un sueño etílico, en ese momento ya había vuelto la energía y se volvió nuevamente, prendió el viejo ventilador de techo, y prácticamente se zambullo en su cama procurando dormir, en eso estaba cuando comienza a oír un ruido que lo perturba trac trac trac y no lo deja descansar es el ventilador que en su girar produce el ruido, nuevamente se levanta y lo coloca a más revoluciones ahora el ruido es más fuerte TRAC TRAC TRAC es imposible conciliar el sueño, en un rato ha de sonar el despertador,  indicando que es la hora de levantarse para ir a trabajar.

Se mira en el espejo del baño, su cara demacrada por falta de descanso pálido, parece un zombi, camina como un zombi, se traslada como un zombi, va camino a su trabajo, pero como siempre pasa por una agencia de lotería, es que nuestro amigo es afecto al juego de la quiniela, y quiere ver el último sorteo de la misma, observa el número salidor el 17 en la jerga quinielera,  la desgracia, no quisimos saber cual es su número, la curiosidad ya se vio que es mala consejera, lo dejamos al amigo trasladarse a su trabajo observando desde lejos, pareciera que camina como un zombi, con ese andar de un autómata.

Frente a la casa de nuestro amigo, hay un edificio relativamente nuevo de varios pisos, en uno de ellos viven unos adultos mayores, matrimonio de jubilados, ambos con sus cuitas encima, sus dolores, sus achaques pareciera que hasta las pestañas les doliera, callados, recordando sus vidas, encuentran que a medida que el tiempo pasa, se va haciendo más difícil la convivencia en su repaso cuentan, que en su tiempo cada uno sabía de sus vecinos, hasta el nombre del vecino de la esquina, en el tiempo actual capaz que no conoces al vecino de tu mismo piso, en esas reflexiones estaban cuando los sorprendió un llamado telefónico dejando la conversación para más adelante.

Las paredes delgadas de este edificio hacen que se escuchen todos los ruidos se sabe si la vecina de arriba usa tacos altos  o chinelas, es un poco incómodo para los ancianos, en cierta ocasión alquilaron el departamento superior que estaba vacío, les dijeron a todos los vecinos que los nuevos inquilinos era una parejita, la realidad era que se lo alquilaron presuntamente a un estudiante.

Ahora los ancianos saben de la nueva modalidad de los jóvenes, la previa, en donde un grupo de jóvenes, se reúnen antes de ir a bailar a un boliche, es tanta su energía que sus voces van subiendo de tono a medida que el tiempo pasa, es así hasta altas horas de la noche donde nadie puede descansar, Juventud noctámbula adoratriz de la noche como su forma de vivir, piensan los ancianos son otros tiempos, otra época, otros los actores otras sus costumbres, hay una frase que dice, lo que es moda no incomoda.

Esta es una pequeña parte de los CUENTOS TRASNOCHADOS


alejandrobojor@gmail.com.......ALEJANDRO CAPLAN   


     

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