concierto de Aranjuez

viernes, 26 de abril de 2013

CAUTIVANDO RECUERDOS



 Hoy me he puesto a pensar en los recuerdos, ellos me nombran memorias, que en la quietud de una tarde soleada, hacen de aquello que ya ha pasado, se presente ante mi como si viviera el presente, no se si es un sueño, pero si que me siento gratificado, y como seducido, cuando se acumulan entre las nubes vaporosas de mi mente, y las mariposas revolotean con sus alas desplegadas y con sus brillantes colores.

Ellos me están diciendo que habitan calladamente en un rincón, que rincón, no se exactamente, puede que en mi cerebro, o dentro de mi corazón, lo real y positivo, es que los recuerdos se encuentran cuando los quieres escrudiñar, buscar, averiguar, algunos tienen la importancia de presentarse primero, para vivirlo entre sueños, como si fuera el presente, con sus ruidos, sus voces.

Soy un pequeño diablillo peleando con mi hermano para sentarnos en la silla de mi padre, de pronto jugando en el patio tratando de no romper las macetas que igual se rompían a fuerza de pelotazos, en la calle con los amigos con esos juegos de ese entonces, bolita con hoyo y puntera al pie de un árbol, balero, campeonato de yo yo, y el infaltable picado con  una pelota de goma.

Reunión con amigos. él café, billares, sábados bailables en algún club del barrio, todo sucede muy de prisa en mis sueños, estudios, un diploma, mi novia, mi esposa nuestro hijo, las alegrías, las desventuras, todo pasa pese a mi esfuerzo como un suspiro, me resisto, es imposible los recuerdos se amontonan.

En este momento la prisa de los sueños, es un remanso de tranquilidad, la casa grande nuestra casa grande, nuestro hijo, los amigos, los amigos de los amigos, los bailecitos en la terraza, la casa era un constante movimiento, voces que reían, que gritaban como un coro de canarios cantarines.

La casa ha quedado en silencio solo nuestros pasos retumban en el viejo caserón la conversación es un murmullo silencioso, ¿que ha pasado? Ya se han acallado la voces, de pronto los sueños comienzan nuevamente a correr de prisa, llegan los nietos, otra vez se alegra la casa, el espejo nos muestra que el cabello es grisáceo, uno de ellos consigue un trofeo, las tapas de las cacerolas y la hace repiquetear, para el agrado de nuestros oídos.

Ya los sueños me transportan a una época más cercana, ya la casa grande, es muy grande para los dos, con algunos años más, han hecho mella en nuestros cuerpos, es hora de tener que dejar nuestro cobijo, y pensar que los años no vienen solos, siempre acompañados,

Aquí estamos como cuando éramos novios, con un humeante café por medio, en la mano un control remoto, frente a un televisor haciendo planes para el futuro 


alejandrobojor@gmail.com........ALEJANDRO CAPLAN 

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