concierto de Aranjuez

viernes, 18 de octubre de 2013

SOLEDAD




Era un día caluroso y húmedo en la gran ciudad la bruma lentamente la envolvía con su manto presagiando la lluvia y la tormenta en esa tarde de Enero,  en la jungla de cemento como perdido entre tantos edificios se encuentra un solitario hombre en un departamento, recostado sobre la cama, el calor, la humedad, hacen que su ropa la encuentre pegajosa, un ventilador de techo le trae una pequeña brisa reparadora parece hipnotizado mirando girar las aspas del mismo.


El hombre ya entrado en años el tiempo le ha dejado sus huellas en el rostro, arrugas y surcos en su curtida piel cabello entrecano, el es un marino pescador hoy su barca no pudo partir, entre el cielo plomizo la bruma y el mar embravecido ha hecho que este lobo de mar quedara en tierra firme.

Los recuerdos comienzan a aflorar, sorpresivamente se levanta abre un cajón de un mueble y trae en sus callosas manos un manojo de fotografías, se sienta en el único sillón del mobiliario, recorre con su vista una vez más esas imágines que le hace evocar su pueblo natal con sus casas bajas y su gente, ese hombre curtido por la vida y los años lentamente una lágrima le recorre la mejilla.


Pensativo va trayendo a su memoria la isla en medio de un mar azul sus flores sus juegos sus amigos de entonces, todo era alegría que de pronto como un mago que hace desaparecer las cosas esta se esfumó, el tronar de cañones traían vientos de guerra en los que no hay ganadores ni perdedores todos son victimas, aplastadas las ilusiones de la inocente gente no hay vencedores ni vencidos todos son  perdedores.

A él le tocó partir el mar fue su refugio el ancho mar lo acogió, y partió sin rumbo fijo que el destino y las estrellas lo llevaran lejos, fue así que llegó a una ciudad sin saber costumbres ni idioma, se encontraba solo entre tanta gente no se pudo adaptar algo le faltaba, los afectos y buscó una ciudad cerca del mar su único amigo.

Su vida va transcurriendo entre la barca la pesca y el mar, los almanaques uno tras otro van juntando años y él enredado entre sus redes, solitario y perdido sus amistades sus  cariños todo se ha desvanecido, desde aquel día que después de la contienda se llegó a su isla con la esperanza de poder encontrar a alguien conocido no lo pudo hallar, de la isla que su fantasía había creado solo quedaba en pie algunas casas las otras no se encontraban y lo que fue su casa era un baldío, su decepción indescriptible.


La tormenta y la lluvia se habían apoderado de la ciudad los relámpagos iluminaban de a ratos la habitación, él hombre seguía como petrificado mirando sus viejas fotografías y  toma una decisión, dirigiéndose al placard quita su capa y su sombrero se lo coloca y sale de su cuarto, antes da una mirada como si en él encontrara los fantasmas del pasado.


Con paso firme se dirige al puerto en donde se encuentra su barca, se sube toma el timón y enfrentando la tormenta y el oleaje embravecido va reunirse a encontrarse con su amigo su único amigo, el mar……

alejandrobojor@gmail.com ...........ALEJANDRO CAPLAN


   

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