concierto de Aranjuez

domingo, 6 de octubre de 2013

CHARLAS DE CAFE



Recojo las cortinas del ventanal observo la calle desierta, el tiempo desapacible bajo una pertinaz lluvia hace que la gente se refugie de ella como si quisiera desaparecer, triste y nostalgioso se presenta este día propicio para hablar con los recuerdos, este invierno que se resiste a la llegada de la primavera. Como es costumbre me dirijo al café que frecuento desde hace muchas lunas, los almanaques han hecho que mis cabellos poco a poco como hilos de plata han quedado blancos.

Desafiando las inclemencias de este frío invernal me llego hasta el viejo bar que lo han mantenido cuando acostumbraba a ir de muchacho, las mesas gastadas no tienen el esplendor de entonces lo mismo que las sillas, todo está igual parece una obra teatral que solamente cambian los actores, el que se refugió en el alcohol por un mal de amores un desengaño, aquellos que hablan bajo negociando y haciendo números, y los habitúes cuatro veteranos con su juego de dominó.

Acá me encuentro sentado junto a la ventana mirando pasar la vida, atrás de ella el frío y la lluvia la han empañado sombras chinescas pasan y se desvanecen, mi pocillo de café frente a mi humeante, mientras lo llevo a los labios sorbo tras sorbo juego con los recuerdos cuando éramos varios alrededor de la mesa, cuando en la charla arreglábamos el mundo, cuando hablábamos de fútbol aquí los estoy esperando, la vida que corre como un río, se ha llevado algunos que se han despertado del sueño de esta vida, y se fueron a recorrer lunas y se han quedado en alguna estrella, otros han seguido distintas sendas creo que en algún cruce los voy a encontrar.

Distraído en mis pensamientos no observé que a pocos pasos de la mesa que estaba sentado había una persona parada frente a mi que me miraba fijamente todavía con el paraguas en la mano tratando de cerrarlo el extraño dice Perdone si lo confundo usted es muy parecido a una persona que conocí hace mucho tiempo tu eres Ale asentí con un movimiento de cabeza, me sorprendió que conozca mi nombre y tu quien eres yo soy Juan me contestó te acuerdas de mi como para no recordarlo era el chistoso de la barra con más años y menos cabello pero su voz no cambió, un abrazo cerró ese encuentro.

Ya sentados en la mesa tratando de recordar los tiempos que se fueron para quedarse en un rincón de los sentimientos, así la conversación va girando y pasando por distintos comentarios, le pregunto ¿Dónde vives que no te había visto antes? Me mudé hace poco tiempo cerca hoy es la segunda vez que vengo y siguió hablando resulta que estoy solo y no quería molestar a mi hija con la familia y me ubiqué en un departamento chico de un ambiente y por ahora me manejo bien luego hablamos de nuestras familias hasta que pensativo me dijo tu crees en los fantasmas, le dije que no ¿no será una de tus bromas? para nada me contestó bastante afligido.

Juancito el de los chistes y las bromas  me dice compungido. Te cuento que hace un par de meses me persigue una mala suerte o racha como quieras llamarle muy llamativa,  era tan intensa que me dijeron que tenía el mal de ojo no les hice caso pero como continuaba fui a ver a alguien para resolver el problema, luego de unos meses que andaba lo más bien comienza nuevamente la mala suerte, encuentro un departamento el que ahora habito con un alquiler muy barato me sentí aliviado se había acabado mi mala suerte, hasta que me puse a conversar con los vecinos que me dijeron que el departamento lo alquilaban barato por que estaba embrujado no le di importancia hasta que anoche comenzaron los problemas.

Luego de mirar la televisión el sueño me venció apago la luz para dormir, y comienzan a crujir los muebles primero uno luego otro y otro, oigo pasos dentro de la habitación, prendo nuevamente la luz y veo que el mecedor, ese sillón hamaca que estaba en al mobiliario se esta hamacando solo no le encuentro explicación me parece que son fenómenos paranormales trato de tranquilizarlo diciendo que fue algo físico una corriente de aire el que hizo hamacar el sillón. 

Le mencioné que para su tranquilidad se deshiciera del sillón, me dijo que era imposible el sillón era parte del mobiliario del apartamento que alquilaba y agregó yo no creo en fantasmas pero que los hay los hay, luego seguimos con otros temas pero algo quedó flotando en el aire, se nos hacía tarde a ambos y nos fuimos despidiendo quedando en encontrarnos más adelante para otra de las.... CHARLAS DE CAFÉ.


alejandrobojor@gmail.com..........ALEJANDRO CAPLAN

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