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miércoles, 25 de marzo de 2015

LA OTRA HISTORIA DE LA MISTERIOSA BUENOS AIRES


La otra historia de la misteriosa Buenos Aires se oculta tras una catarata de fantasmas y leyendas esas que se cuentan oralmente o escritas, leyendas que a través de generaciones fueron ampliadas o acotadas según quien las difunda, algunas tiene cierto viso de realidad y otras por supuesto no se pueden comprobar.


Una mañana de un día domingo cuatro veteranos en la mesa de un bar cabello color plata piel arrugada por el paso del tiempo, cuatro amigos que se reúnen en el mismo bar domingo tras domingo desde hace varios años para jugar un dominó, mientras hablan de bueyes perdidos arreglan el mundo y se toman un vermucito con una picadita hasta la hora del almuerzo.

La conversación versaba sobre varios temas de actualidad cuando uno de ellos dijo creo que en mi casa hay fantasmas otro dijo los fantasmas no existen, el primero expresó los fantasmas no existen pero que los hay los hay, hoy cuando me levanté de dormir veo que la silla hamaca se balancea sola otro acotó tal vez una corriente de aire la hizo mecer hasta aquí quedó la conversación.


El primero de ellos no quedó muy convencido e insistió Juan tu que sabes de estas cosas existen leyendas que hablan de todo esto el nombrado dijo, hay infinidad de leyendas en la ciudad de Buenos Aires las hay eróticas vengativas y hasta hay unas risueñas, unas son verídicas otras inventadas una de ellas verídica es la de Felicitas Guerrero, corría la mitad de año 1860 cuando los padres de Felicitas la obligan a casarse con Martín Gregorio de Alzaga pese a las súplicas de la dama, es que la niña tenía 18 años y Gregorio de Alzaga era mayor en el momento de casarse el tenía 50 años hombre muy adinerado y con varias propiedades.

El matrimonio tiene un hijo que prematuramente fallece por la epidemia de fiebre amarilla que se abatió sobre Buenos Aires poco después fallece el esposo por causa de la misma epidemia, ella queda viuda cuando cumplía los 26 años viuda y adinerada tenía muchos pretendientes entre ellos Enrique Ocampo el cual la conocía desde chicos un cierto día de campo se desata una fuerte tormenta y el cochero equivoca el camino entre la lluvia y el viento aparece un jinete que dio cuenta que se habían perdido, y la invita a su hacienda él es Samuel Sáenz Valiente un fuerte hacendado de aquellos pagos.

Después de cierto tiempo de visitarse se enamoran y fijan una fecha de casamiento  un día de preparativos para la boda llega a su casa Enrique Ocampo para hablar con Felicitas en privado, directamente le pregunta te casas conmigo o con Samuel ante la negativa de la dama el pretendiente despechado extrae un revolver, ante tal situación Felicitas trata de huir pero recibe tres disparos en la espalda y con la misma arma se suicidó un día después fallece Felicitas ocurrió un 30 de Enero.


Los padres abren una capilla donde no se pueden realizar casamientos la capilla de Felicitas está en la calle Isabel La Católica entre Pinzón y Brandsen esta es la historia, pero para transformarse en leyenda el imaginario colectivo dice que el alma en pena de Felicitas se corporiza en un fantasma, varias personas la vieron con vestido blanco manchado de sangre rondando alrededor de la capilla siempre un treinta de Enero ese fue el día que falleció.

Leyendas hay variadas esta es una leyenda de una venganza arquitectónica raro pero así ocurrió, como los Montescos y Capuletos en la obra de Romeo y Julieta en Buenos Aires dos familias distinguidas una de ellas los Anchorena y la otra los Kavanagh, un hijo de la familia Anchorena estaba perdidamente enamorado de Corina Kavanagh pero la negativa de los padres del muchacho fue terminante.

Los Anchorena vivían lo que hoy se conoce como el Palacio San Martín un edificio muy amplio familia de mucha fortuna descendiente de familia patricia no así los Kavanagh también familia de mucha fortuna.

Los Anchorena habían hecho construir cerca de su casa la Basílica del Santísimo Sacramento donde descansarían sus restos, y la podían observar desde su residencia entonces Corina Kavanagh hizo construir un edificio tan alto para taparle la visión a la otra familia, tan alto era que creo que fue en su momento el más alto de la ciudad y se encuentra en la esquina de Florida y San Martín.

Tan escondida está la basílica que para verla de frente tienes que verla desde una calle que precisamente se llama Corina Kavanagh.

Surge de la conversación una pregunta ¿Juan sabes de alguna de este barrio de Villa Crespo? Juan le responde que casi todos los barrios tienen sus leyendas y por supuesto el barrio tiene la suya, todos los amigos estaban interesados en escucharlas entonces Juan comienza su relato.

Alrededor de los años veinte del siglo pasado y a causa de la gran inmigración la ciudad se iba expandiendo, y Villa Crespo quedó como los arrabales teniendo en cuenta que estamos en este bar a solo dos cuadras de lo que era en su momento el Arroyo Maldonado, que era casi el limite de la ciudad del otro lado del arroyo se extendía el cementerio de la Chacarita y más allá el campo.

Se habían abierto muchos burdeles y pululaban guapos matones y pendencieros entre gente de tanta calaña se distinguía el guapo Cicatrices, personaje de poca o nula instrucción pero hábil con el cuchillo y ligero para el tajo, ladero de un caudillo político surgido de los muchos comités que existían en esos días con contactos con jueces y comisarios cuando el guapo Cicatrices hacía sus tropelías el caudillo intervenía.

El guapo le había echado un ojo a una moza del lugar y constantemente la perseguía pero a la dama su corazón lo había ganado un joven quintero de la quintas del barrio de San José de Flores, en cierta ocasión se encuentran en este bar para ese entonces el bar tenía otra fisonomía tenía un escenario donde pasaban payadores y cantores para el agrado de los clientes.

Hoy lo único que tiene de ese entonces son las baldosas blancas y negras en forma de damero. El guapo Cicatrices se acerca a la mesa de la pareja y le dirige improperios a la moza sale en su defensa el hombre, centellean los aceros de los cuchillos los ponchos arrollados sobre el otro brazo y se encuentran en medio de un duelo criollo, se trenzan en lucha se escucha el chirriar de los cuchillos y el jadeo de los contrincantes de pronto un esquive y un cuchillo atraviesa un cuerpo.


Herido de muerte cae al piso y un reguero de sangre corría entre las baldosas despavoridos huyen los clientes cuando llega la autoridad no había ningún testigo, del entierro del guapo Cicatrices se hizo cargo el caudillo político el bar a través del tiempo aunque tiene un pomposo nombre se lo conoce como el bar la Puñalada aquí termina la leyenda del guapo Cicatrices del barrio de Villa Crespo.



alejandrobojor@gmail.com..........ALEJANDRO CAPLAN

1 comentario:

  1. INTERESANTES HISTORIAS,QUE HAN SIDO MUY COMENTADAS EN LA ÉPOCA,AUNQUE HOY NO PASEN DE SER LEYENDA.CREO EN LAS HISTORIAS DE LOS LLAMADOS "FANTASMAS".

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