concierto de Aranjuez

sábado, 27 de octubre de 2012

NUMERO EQUIVOCADO


Esta historia que comienzo a relatar, los sucesos es ficción, pero si se producen en la realidad, es pura coincidencia, es la historia de una mujer y un hombre, ella es Rosalía, el Rolando hasta este momento todo es normal en la casa de ella.

Rosalia criada en el seno de una familia muy conservadora, en donde la voz del padre severo, era una orden, crece la chica junto con tres hermanos menores, a la que ella hacía de hermana y un poco de madre, entre sus estudios y el cuidado de los hermanos tenía muy poca vida de relación, algunas amigas, muy pocas, la leyenda cuenta que esta joven se rebeló y a escondidas de sus padres tenía encuentros furtivos con un muchacho que la pretendía.

Su desilusión amorosa fue tan grande que la marcó para siempre, nunca más quiso saber nada de una relación, es profesora de música, enseña piano en su casa en un pequeño cuarto muy bien adornado tiene alumnos a quienes les enseña.

Casi siempre viste igual, no se pinta no usa lápiz labial tiene alrededor de cuarenta pero parece mayor, en cierta oportunidad caminando por la calle delante de ella iba una joven esbelta de cuerpo escultural que todos los muchachos quedaron boquiabiertos, unos pasos atrás marchaba Rosalía peinado hecho en casa a la ligera, traía un vestido abotonado, fuera de moda y un saquito de lana que había tejido hace mucho tiempo, venía arrastrando un changuito de feria para sus compras.

Rutinaria, transcurría su vida, hasta que recibió un llamado en el teléfono, atiende ella, el llamado del otro lado del tubo, una voz que en principio le agradó le dijo por favor señorita me comunica con el señor Iturbe, ella responde número equivocado, se escucha la voz nuevamente, usted perdone.

Al día siguiente nuevamente la misma voz que pregunta por el señor Iturbe, le dice nuevamente que está equivocado, y le comunica que está hablando con el siguiente número, y le pasa el digito de ella,  treta de las mujeres que a veces el hombre no comprende, es así que día tras día hay un llamado para el señor Iturbe.

 Es que tanto Rosalía como Rolando eran tímidos ambos, y el hilo telefónico era su conexión, ambos se explayaban en sus conversaciones púes no se veían, ella esperaba la tarde, siempre a la misma hora el llamado, y así como al descuido le sacó el nombre de él, ella no dio el suyo, guía telefónica por medio comenzó la tarea de ubicarlo, había varios con el mismo nombre y apellido, marcó uno por uno todos, hasta que encontró una voz que le resultó familiar, con gran desparpajo le dijo si la podía comunicar con el señor Iturbe, del otro lado del tubo recibió una sonora carcajada.

 Desde ese día Rosalía es otra mujer, está más alegre sus ojos le brillan, fue a la peluquería se hizo claritos, corte a la moda, ahora se pinta, toda la ropa que usaba ya no la usa más, vestidos que resalten sus atributos de mujer, es el tiempo que aún con el changuito en la mano, los muchachos de la esquina le dicen algún piropo.

Con el tiempo Rolando le preguntó si tenía computadora para poder chatear con ella, fue el momento que ella, a pesar de las recomendaciones de sus hermanos, le dio su nombre, busca en la red para conocer por fotografía a la voz del teléfono, lo encuentra no era un adonis pero le pareció atractivo.


Por las tardes largas charlas en el teléfono, y a la noche conversan a través de la computadora,pasaron largos meses, hasta que por fin Rolando se decidió y la invitó a una confitería a tomar algo y poder verse por fin personalmente.

Gran revuelo en la casa, los hermanos preocupados, le advertían las dificultades que supuestamente podría traerle, ignorando todo eso resolvió concurrir a la confitería, sin que ella lo supiera los hermanos fueron tras ella como guarda espaldas a distancia.

 Los enamorados se miraron a los ojos ellos son los que hablan sin decir una palabra, se advirtió a lo lejos que cerca estaban.

Llego a mi casa está sonando el teléfono, atiendo, mi esposa me pregunta quien es, le respondo NUMERO EQUIVOCADO 


alejandrobojor@gmail.com..........ALEJANDRO CAPLAN




 

No hay comentarios:

Publicar un comentario