TRASLADANDO LOS RECUERDOS(La Mudanza)

Ha llegado el día, sentado en un lugar de lo que fue hasta ahora mi casa, mucho más que una simple palabra, fue hasta hoy mi hogar, pensativo mirando la habitación, sus paredes, si parece enorme sin el mobiliario, los recuerdos traen añoranzas de un tiempo que pasó, que se fue, pero queda grabado en la memoria, parece que el tiempo se detuvo y mi evocación también en el primer día que nos albergó.

Cuanta alegría cuantos proyectos, que empeño pusimos en ellos para transformarlos en lo que hasta hoy llegó a ser mi cobijo, sencilla era mi casa, suficientemente amplia no era céntrica, bien ubicada para poder trasladarse, una extensa terraza, que daba libertad para poder jugar los niños, un cierto día mi esposa me dijo que lindo sería tener una parrilla en esta gran terraza.

Se me hace que fue ayer el estreno de la parrilla, adornada ella,  la terraza con lamparitas de colores, y algunos allegados festejando, de lo que festejamos no me acuerdo pero lo importante de este acontecimiento, que la amistad desde ese momento fue mucho mas estrecha.

Esos compartimentos estancos que tiene la memoria a veces, como un vuelo mágico se unen y traen esos momentos gratos, me acuerdo del patio con sus macetas y sus flores aún percibo sus fragancias, el canto del canario, el griterío de los pibes jugando en él, Niños tened cuidado con la pelota no hagas daño a las flores ¡¡¡ Cuidado con la jaula del canario ¡¡¡ aún resuenan en mis oídos sus risas sus gritos.

El tiempo va pasando para algunos lentamente pero para el que escribe, se me hace que rapidísimo, tal vez será el paso y el peso de los años, la cuestión que los niños ya están en la adolescencia ya son otros sus gustos,  los amigos ( las amigas ) los bailecitos en la terraza, ir al galpón para buscar las arrumbadas lamparitas de colores para darle realce a la reunión.

 Mi casa era un incesante ir y venir de jóvenes, sus voces, sus risas, retumbaban por toda la vivienda, daba la impresión como cien canarios cantando juntos, esa época ya pasó, fue tiempo de volar, casamiento, nietos, llegan a alegrar a estos abuelos, ya los cabellos se pusieron grises, el andar cansino y lento, no existe más los canarios, las flores van quedando pocas, hoy se escuchan las voces del silencio.

En la inmensa casa retumban nuestros silenciosos pasos, es hora de tomar otros aires, vamos trasladando nuestros recuerdos, a una casa más pequeña pero céntrica con un chico balcón terraza, donde el verdor de los árboles y la concurrida calle le dan otro marco.

Recorro por última vez la casa, ahí jugaban alegremente los fantasmas que habitaron y habitan los silenciosos sentimientos por más de treinta años, la puerta se cierra tras de mi los recuerdos quedaron cerrados no todos algunos nos seguirán toda la vida.

Ya los estoy dejando llegó el camión de la mudanza


alejandrobojor@gmail.com................ALEJANDRO CAPLAN