concierto de Aranjuez

sábado, 10 de noviembre de 2012

MAGIA Y FANTASIA


Esas palabras traen por si solas en la mente, momentos de un tiempo, cerrando los ojos imaginemos por un instante, retrocediendo en esa época, a un niño  con ojos absortos, ver pasar como en un desfile los personajes de un circo, promocionando el mismo, para instalarlo en un predio próximo, asombrado por sus múltiples figuras y también por aquellos animales en sus respectivas jaulas.

La instalación de la carpa un acontecimiento que no se ve frecuentemente, era presenciado por una banda de purretes que entre risas y gritos no se perdían ninguna maniobra, sus cabecitas fantaseaban lo que le brindaran las imágines que un momento antes desfilaban ante ellos.

Van llegando a la memoria, detrás de una espesa bruma y poco a poco saliendo de ella los trashumantes del tiempo, que nunca se detenían, los actores de esta historia los personajes del circo.

Es el día del gran acontecimiento, ante los asombrados ojos se levanta una inmensa carpa, en su centro bien grande un letrero con el nombre del circo, adornada toda la carpa con guirnaldas y alumbradas con luces de colores.

Comienza la función, una poderosa luz ilumina la pista y en el medio de ella, como saliendo de la nada, el presentador con un impecable traje de luces brillante, un uniforme de color rojo, con botones dorados y botas negras lustrosas, comienza su locución, diciendo, esto que van a presenciar de ahora en más, es un espectáculo al que nunca podrán olvidar, he aquí los actores.

 En primer término una pareja de acróbatas, la carpa se obscurece, una luz brillante deja ver, en una tarima, en lo alto de carpa a los personajes, con deslumbrantes trajes enterizos de color blanco, ella y el comenzaron su labor, parecían desde abajo dos palomas en vuelo rasante.

Luego casi al finalizar su tarea, ella hace un salto mortal en el aire, una exclamación se oyó por parte del público, fue un instante hasta que el acróbata la tomó de los brazos, y luego de los saludos se fueron detrás de un telón mientras que una pequeña orquesta los acompañaba desde un palco al lado de la pista.

Entre un acto y otro entraban a la pista unos cuantos payasos que con sus saltos y volteretas provocaban risas y gritos de alegría entre los más chicos, era el momento del presentador, esta vez era el turno del domador de caballos y su amazona, el con látigo en mano y siempre acompañado de la orquesta, hace la delicia de los presentes con sus caballos todos de color blanco.

 Es el turno del mago, la magia, la ilusión está presente en este acto, se dirige al centro de escenario envuelto en una gran capa negra, y un sombrero alto, con música de suspenso se presenta, comienza su faena, cajas que están vacías en un momento comienzan a salir pañuelos de colores, una ilusión óptica, de otra caja saca una paloma y la hace volar por toda la carpa y así va concluyendo su tarea, deja sobre la mesa su sombrero y sobre una silla su capa y comienza con el que fue su último acto el más sorprendente.

En una mano sostiene un recipiente metálico, y con la otra va trayendo monedas de la nada, que las arroja dentro haciendo al caer un ruido a metal, una a una, van cayendo dentro del recipiente, que el mago hace tintinear, luego se dirige al público y pregunta siempre haciendo tintinear las monedas dentro del recipiente, cuantas monedas hay en este recipiente, algunos dijeron siete, otros ocho nueve.

El ilusionista se dirigió nuevamente al público, y les dijo el que acierte se llevará de premio mi capa, luego de la mesa sacó del sombrero que estaba vacío una paloma, siempre haciendo tintinear las monedas y después ante la mirada de los espectadores, dio vuelta el recipiente, estaba vacío, esto es la magia y su fantasía, colocándose la capa y envuelto en ella se fue con la misma música que había entrado.

Pasó mucho tiempo desde aquel día, hoy quedan los circos, más sofisticados sus trajes sus luces, sus rayos láser, es todo un espectáculo dentro de otro espectáculo, están en el mismo, los acróbatas, los magos, ellos son los trashumantes de aquellos tiempos, nunca se quedan quietos, van siguiendo su derrotero, o tal vez su estrella.



alejandrobojor@gmail.com ...........ALEJANDRO CAPLAN     

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