concierto de Aranjuez

miércoles, 4 de mayo de 2016

DESTELLOS



En una tarde de invierno frente a una ventana observo la calle, tarde triste y gris como los cabellos de un anciano, negros nubarrones presagian tormenta tarde propicia que invita a jugar con los recuerdos, las neuronas ya cansadas que llevan en sus mochilas ya cargadas a través de los años se niegan o trabajan más despacio.

Un relámpago y un trueno anuncia la lluvia, fuerte es el aguacero al cerrar el ventanal para que no entre a la habitación miro hacia afuera, la gente corre eludiendo los charcos y las baldosas flojas, en sus giros y saltos parece una caricatura de un ballet y los mismos los bailarines.

El vidrio la lluvia lo empapa y casi parece un vidrio esmerilado ahora siluetas chinescas se observan a través de él, han perdido su contorno fulgurantes destellos de mi mente hace que la misma entre en un túnel del tiempo y el pasado se me ha hecho presente.

Un niño con ojos azorados ve en su casa un gran movimiento su familia ha decidido realizar un viaje, una maleta una valija grande de cartón de color marrón le dicen al niño que van a visitar a unos parientes. La noche ha llegado un muelle un barco una planchada, un deambular del gentío se escuchan voces saludos de despedida, el ronco silbato avisa la partida del vapor.

Soltando amarras la planchada se baja el pequeño barco comienza a moverse, desde el muelle en señal de despedida comienzan a prender fósforos que lo arrojan al río, los pasajeros asidos a las barandas saludan alzando y moviendo los brazos y el agitar de pañuelos, en ese buque va viajando las fantasías y los sueños de un niño.

Su recorrido es transitar el río color león  de orilla a orilla Buenos Aires-Montevideo, el navío se interna en la noche desde el muelle continúan prendiendo fósforos su silueta se va esfumando, la noche tiende su manto negro el traslado dura lo que dura la noche, la mañana los recibe con un espléndido sol el niño mira extrañado todo es nuevo para él.

El encuentro con los parientes alegría abrazos y besos y comienza un nuevo vocabulario de resultas, que el sándwich se trasforma en refuerzo el niño es un botija curioso recorre el barrio la calle Colón era una calle de Montevideo y no una calle de ciudad vieja, una barcaza fondeada cerca del puerto que era una escuela de natación, una plaza una Avenida 18 de Julio.

Estación de verano época de carnavales vienen batiendo los parches de los tamboriles si parece que la calle se mueve es la llamada de carnaval, la Rambla Playa Pocitos con sus blancas arenas y las agua vivas, Parque Rodó ilusión y fantasía de un niño.

Una remembranza futbolera el estadio Centenario mirando un partido de fútbol desde el talud de tierra detrás de un arco que fantasiosas mis evocaciones. Los recuerdos se van desvaneciendo las neuronas ya cansadas me ignoran se niegan a seguir trabajando, miro a través del ventanal la lluvia continúa cayendo y sigo observando la gente sus giros y saltos, caricaturas de un ballet en esta tarde triste.


alejandrobojor@gmail.com   


   

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