concierto de Aranjuez

lunes, 6 de agosto de 2012

LA SOCIEDAD DE FOMENTO

Era un martes, era el día indicado para la reunión de la junta de la sociedad, como miembro de ella me encaminé hacia allá, la reunión se realizaba el segundo martes de cada mes y si por casual caía un día feriado se posponía para el siguiente,  la casa alquilada , una chapa en la puerta que indicaba de que se trataba, al entrar un cartel con una frase que decía JUNTOS VENCEREMOS DESPARRAMADOS ¡¡¡ QUE HAREMOS ¡¡¡¡el todo enmarcado por un fileteador que hoy no abundan.

La habitación donde se reunía la junta, en un rincón una estufa de cuarzo para calentar el ambiente, en el medio  una mesa oval grande con sus respectivas sillas, cuadritos de toda clase, una fotografía de alguna fiesta patria, con los alumnos de la escuela y los abanderados, con sus respectivas escoltas, por detrás de la cabecera donde se sentaba el presidente, la bandera nacional y la de la sociedad de fomento, banderines del club de futbol del barrio adornaban el salón.

Poco a poco iban llegando los miembros de la junta, el cupo femenino traía sus,vituallas  María Rosa sus empanadas de carne jugosas y con la carne cortada a cuchillo, y Doña Francisca unos morrones envasados que ella misma hacía como para chuparse los dedos.  lo que nunca faltaba era el vino de uva chinche que Don Carmine elaboraba, él lo sabía hacerlo allá en su Italia natal.

Estando casi todos reunidos ya comienza la reunión, el presidente presenta los puntos que se van a tocar ese día, el primero y principal era una ambición de la misma, crear una salita de primeros auxilios para el barrio, para eso era menester equiparla, contratar un médico, una enfermera, para tal fin teníamos que hacer participar a los comerciantes del barrio con una contribución para lograr el éxito .

Luego se fueron tocando otros temas, así fue transcurriendo la reunión, luego relatos y anécdotas mientras se servían las empanadas, los morrones y la damajuana de vino, hasta el día de hoy no se de donde aparecieron las copas, el panadero contaba lo bien que lo había pasado en las vacaciones en un lugar de la  costa. 

Don Ramón contó su estadía en el Paraguay donde fue a visitar a su hermano después de muchos años, hasta que alguien dijo usted Doctor por que no nos cuenta algo, para ese tiempo los duendes mansos de las copas de vino ya estaban aflorando, este vino de uva chinche que había elaborado Don Carmine.
 
Me pongo de pie y comienzo mi relato de pronto veo o me parece a mi que los demás miembros tienen la cara enrojecida , que la mesa oval me parece redonda todo eso por culpa de Carmine, del vino y del otro Yo, por tomar una copa de más, cuando voy a empezar mi relato llega alguien que se había retrasado, parecía el Yeti el hombre de las nieves. 

Comenta, afuera hace un frío bárbaro, me abrigué para no sentirlo, contó que se puso una camiseta de frisa, unos calzoncillos largos de frisa, unas medias de lana, pantalón, camisa y traía un sobretodo de pelo de camello amarillo, esos que usaba cuando era joven, un gorro de lana y una bufanda que le cubría las orejas y le tapaba la nariz para todos nosotros hacía tanto calor que tuvimos que apagar la estufa, para mi era lo más parecido al hombre de las nieves.

Los duendes del vino o los efluvios etílicos cualquiera que sea, me hacían hablar, creo que hablé por demás, preguntaron por mi vocación, a veces los senderos de la vida te van llevando sin que lo notes por otros caminos, lo mío era ser futbolista, mi padre de origen Europeo, cuando llegaron y bajaron de los barcos, no solamente bajaba una persona física, traían consigo otra cultura, otros sabores y hasta distintos olores.

Italianos turcos, españoles, todos o casi todos tenían una cosa en común que en esta tierra de promisión sus hijos fueran doctores no importaba que doctorado, el orgullo de ellos era que su hijo tuviera la chapa en la puerta, el viejo me eligió por ser el mayor, no era un superdotado para el estudio pero cuando se me prendían algunas luces brillaba bastante.


Un cierto día llegando del colegio secundario, tenía en ese tiempo entre trece y catorce años, entrando a mi casa que era de departamentos me detiene el señor del primero de los departamentos resultó ser Urbano vecino que se desempeñaba como mecánico para dentista me dice ‘che pibe necesito alguien para trabajar conmigo por las tardes te doy una gamba por mes’ le conteste, lo tenía que consultar con mis padres, así lo hice y la respuesta del viejo fue, lo que te paga no es nada pero lo bueno es que aprendas el oficio

Ahora me encuentro trabajando y aprendiendo, en ese, tiempo todavía se realizaban las dentaduras de caucho, era el encargado de controlar el termómetro, pesar en una balanza de joyero, el oro de las coronas, los puentes y por supuesto hacer los mandados, eran tiempos de bonanza. 

Así se fue doblando el camino de mi vocación, voy terminando mi relato y me lanzo a comer una empanada, no quedaba nada, se comieron las empanadas los pimientos, mientras yo hablaba, bueno esto ya termina, la comisión directiva se retira algunos de la junta lo tuvimos que llevarlos a sus respectivas casas.

 Me voy despidiendo hasta la próxima reunión de la junta directiva. 


alejandrobojor@gmail.com ...........ALEJANDRO CAPLAN 



    



  






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