Las musas de la inspiración me
andaban rondando en mi mente como apariciones fantasmales, son muchas y van llegando como una
horda, ellas quieren acariciar mis oídos con dulces palabras, para así llegar a
mi corazón a través de mi mente, son tantas que ya casi aturdido pregunto como
te llamas tú y tú y las demás, todas ellas se niegan a decir sus nombres,
sonríen y continúan, su danza continua,
dotada de gran hermosura
Es así que ellas me llevan, me remontan, a
tiempos lejanos que se hallaban sumergidos dentro de mi subconsciente, de a
poco van aflorando, comienzo a vislumbrar lo que no pude en su momento
reconocer.
Avatares de la vida que te lleva a transitar por caminos desconocidos, siguiendo una ruta a la cual no puedes percibir el final, pero ellas mis musas se dirigen en sentido contrario a caminos ya transitados, a los cuales no pude apreciar en su momento.
Avatares de la vida que te lleva a transitar por caminos desconocidos, siguiendo una ruta a la cual no puedes percibir el final, pero ellas mis musas se dirigen en sentido contrario a caminos ya transitados, a los cuales no pude apreciar en su momento.
Alguien preguntó en su tiempo cuál es la edad en
la cual el hombre comienza a recordar su vida, todo está en la nebulosa, yo lo
que sé, lo mío se produjo alrededor de los cuatro años, estos duendecillos me
lo hicieron recordar.
El nacimiento de mi hermano lo veo como si fuera ayer, me fueron a buscar por estar yo jugando con otros niños, me dijeron ha nacido tu hermanito, me llevaron hasta la pieza donde se encontraba mi madre, al pié de la cama me incliné para conocerlo ese fue mi primer recuerdo.
El nacimiento de mi hermano lo veo como si fuera ayer, me fueron a buscar por estar yo jugando con otros niños, me dijeron ha nacido tu hermanito, me llevaron hasta la pieza donde se encontraba mi madre, al pié de la cama me incliné para conocerlo ese fue mi primer recuerdo.
Atravesando almanaques hubo recuerdos alegres y
tristes, en este relato con la ayuda de estos duendecillos iré refiriendo a los
momentos alegres, los otros en otra oportunidad tengo tanto que escribirles de
esos tiempos, que creo que no me van a alcanzar toda la resma de papel para
tanto regocijo.
Relámpagos en mi mente, estoy jugando con los demás niños, corriendo atrás de una pelota de goma, mi pasión de toda la vida, paso por alto el colegio primario, el de los delantales blancos, salvo la maestra de primer grado la seño como le dicen ahora, un grato recuerdo para ella.
Relámpagos en mi mente, estoy jugando con los demás niños, corriendo atrás de una pelota de goma, mi pasión de toda la vida, paso por alto el colegio primario, el de los delantales blancos, salvo la maestra de primer grado la seño como le dicen ahora, un grato recuerdo para ella.
Los profesores se desgañitaban para hacernos aprender la materia, me hacía acordar al domador del circo dentro de una jaula con sus elefantes, que pesadas eran algunas por ejemplo el Latín vulpes videbat in alta viña uvam ( el zorro veía en el alto viñedo uvas ).
Los muchachos de la barra, amigos desde chicos
éramos como hermanos, siempre juntos salidas, reuniones, café, bailes, años que
no se pueden olvidar, por lo menos jamás podré olvidarlos, así poco a poco van
saliendo, van surgiendo los recuerdos de los tiempos pasados, sueños de
juventud que nunca se olvidan, quedan flotando dentro de uno para un día
emerger a la superficie y convertirse en nostalgia.
Los caminos
de la vida se transitan, cada cual toma el suyo, se va perdiendo en el
tiempo, lo que en su época fue un aglutinado grupo, poco a poco se va
disgregando deshaciendo, la fantasía de esos sueños que compartimos.
Los ha borrado el viento del olvido, como el que se lleva la arena del desierto, como un soplo de ese mismo viento barre los pétalos de una flor, o también puede acariciar a esa misma flor como una madre acaricia con amor los cabellos de su hijo.
Los ha borrado el viento del olvido, como el que se lleva la arena del desierto, como un soplo de ese mismo viento barre los pétalos de una flor, o también puede acariciar a esa misma flor como una madre acaricia con amor los cabellos de su hijo.
En este día es el corazón el que manda por un
pequeño momento, tengo que seguir mi camino hasta siempre amigos.
alejandrobojor@gmail.com..........ALEJANDRO CAPLAN.......
alejandrobojor@gmail.com..........ALEJANDRO CAPLAN.......
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