A través del tiempo transcurrido acostumbrado
al ritmo tranquilo de los habitantes del pueblo, y al mismo tiempo asimilado al
mismo en donde no había prisa alguna, mi vida sucedía sin contratiempos, he
hecho amistades, ya me parecía a un oriundo del mismo, y si, me mimeticé era uno
más en el pueblo con sus virtudes y sus defectos que eran los menos.
Por cuestiones del mismo trabajo y por trámites
relacionados del mismo, recibo un mail de la empresa para regresar a la
capital, busco entre el personal alguien que pueda por esos días que me ausente
reemplazarme en mi cargo, comienzo con alguna pereza a hacer las valijas para
que al día siguiente poder partir.
Estoy en la terminal de micros me siento
extraño con las valijas en las manos, gente y más gente yendo y viniendo,
deshabituado a tanto bullicio me siento en principio un poco mareado, haciendo
gala de un esfuerzo me pude liberar de tanta presión, por fin trato de llegar a
la zona donde comenzaría el trámite que me había hecho llegar a ese lugar,
estoy buscando la dirección, creo estar en lo correcto.
Se dirige hacia un fichero, en ese momento levanto la cabeza para poder ver a la gente de los otros escritorios y para mi sorpresa la veo a mi amiga Solange, me levanto de la silla ella también me reconoció fue el momento que se cruzaron nuestras miradas me acerqué para saludarla y un poco curioso le pregunté por la empresa y su trabajo en la misma,
De resultas me dijo que era la secretaria del director me dio una tarjeta en la cual se leía, era una empresa de importación y exportación, le pregunto que importaban y que exportaban me dijo que exportaban vinos importaban bicicletas nunca voy a entender este negocio, hablamos un poco más ,así como al pasar le pregunté por su novio me contestó que todavía no había llegado su príncipe azul, es entonces que por teléfono por medio quedamos en comunicarnos para poder charlar un poco del tiempo que hemos dejado atrás y recordar tiempos pasados
En la puerta del edificio ya estoy saliendo me
cruzo con la gente parecen autómatas que miran sin ver, con sus celulares, y
hablando en voz alta es un coro infernal, junto con el ruido de los motores y
bocinazos de los coches, desacostumbrado en el tiempo no pude aguantar tanta
locura y entré a un bar, busqué una mesa junto a una ventana y me senté
esperando al mozo, de pronto aparece una mesera apoya su bandeja sobre la mesa
de punta y la sostiene de la otra y mirando por la ventana y de reojo con voz
algo ronca pero de alta cultura me dice
¡¡ QUE QUERES¡¡
Yo que hablo sencillo y simple, jeringoso, y
vesre le contesté
UN FECA GRONE TECALIEN
La mesera quedo sorprendida tal vez creyó que
hablaba chino mandarin, es en ese momento que levanté la cabeza, se cruzaron
las miradas hay algunas que hablan sin hablar, ya en otro tono me pregunta
señor que le sirvo, por favor tráigame un café negro caliente, presurosa se
dirigió hacia el mostrador , en tanto me entretuve mirando por la ventana,
gente diligente queriendo ganarle tiempo al tiempo, cosa que es improbable por
que el tiempo es uno solo para el, para mi, para el vecino, ese incesante ir y
venir de la gente sinceramente parecen alienados, por fin llegó mi café y lo
empiezo a saborear.
Frente a la ventana en esa mañana me quedo
pensando que resultado logré en mi regreso, el balance del mismo no se a
ciencia cierta si fue positivo o negativo pero creo que no fue como lo tenía
pensado, salvo el encuentro con mi amiga Solange, Ahora me acuerdo tengo su teléfono
después de todo no fue tan negativo mi ........RETORNO
alejandrobojor@gmail.com.....ALEJANDRO CAPLAN
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