concierto de Aranjuez

miércoles, 5 de septiembre de 2012

LA PROPUESTA


Luego del incidente que por casualidad estuve observando en la zapatería con el vendedor, y la lucha titánica de ese muchacho para colocarle las pequeñas sandalias en el pie de Solange, y la extraña reacción de ella feliz y contenta por haber comprado una ilusión, me fui yo también con una sensación de placidez, y con una gran sonrisa que creo que alguien que pasaba por mi lado pudo verlo.

Me dirijo hacia mi casa, no sin antes pasar por la confitería para tomar un cafecito, que servido por las meseras de la confitería a la que ya me hice habitué, pareciera mucho más atractivo, por esas casualidades de la vida me encuentro con Osvaldo un compañero de trabajo en la empresa que yo realizo mi labor, el es el encargado de llenar las boletas de loterías, que casi todas las semanas jugaban en la sección en la cual trabajaba hace tiempo.

Se levanta de la mesa saluda y viene hacia mi y mirándome fijo me dice, hoy hay quiniela que número te gusta, yo no soy de jugar, me insiste y como para sacarlo de encima le tiré un número, así por reflejo le dije bueno el treinta y siete muy serio me dice  ese no, salió ayer, parece que en la jerga quinielera es el dentista, insiste decime otro, esta bien pero esto se terminó el ochenta y nueve, me dice ese tampoco son los piojos, y se fue masticando bronca, por fin puedo tomar mi café. 


Al día siguiente como siempre,  llego a la oficina para continuar mi labor, la oficina tiene varios escritorios en uno de los cuales es el mío, al levantar la vista veo a los de los otros escritorios que me miran socarronamente, intuyo que algo está pasando, tal vez una broma de esas pesadas, que hay que aguantarla, por que alguna vez estuve yo también .En eso estaba pensando cuando de pronto junto a el escritorio delante de mí se encuentra la secretaria del Director General de la empresa se me puso como se dice la carne de gallina ante la imprevista visita.

Muy gentilmente y amablemente dice que el Director quiere verme y hablarme en su oficina, en ese momento sentí que se me venía lo peor me aflojé todo, si hasta parecía mas chiquito, pensé querrán despedirme después de tanto tiempo de trabajo, en fin pasaron por mi cabeza en un instante miles de pensamiento, me levanto y acompaño a la secretaria a la oficina, pasando por un espejo que estaba en la pared y mirando de reojo me aliso el cabello como para estar más presentable.

Ya estoy en la oficina me saluda el Director con una amplia sonrisa, ya entro a desconfiar, me dice que me siente en un amplio y mullido sillón comienza a hablar de mis cualidades dentro de la empresa, y al final de toda su perorata, me ofrece el cargo de gerente en una sucursal del interior del país, claro que el sueldo sería mucho más generoso y además una casa para habitarla todo pago por la empresa, por cierto que la oferta era por demás muy atendible, pero le dije que lo pensaría y a la brevedad le daría una respuesta.

Al salir de esa oficina como aturdido por la semejante oferta, la cabeza me daba vueltas ya un poco más calmo me dirijo a mi oficina, y encuentro a los compañeros todos con una amplia sonrisa cómplice, sabían de antemano lo que iba a suceder, me felicitaron por el ascenso conseguido. Fue en ese entonces que entré a pensar, si me voy tengo que dejar mi departamento de soltero y estaba tan cómodo, habituado, tengo mis años dejar a los amigos, esos que están cuando uno los necesita, los otros los del café y empecé a ver lo que ganaba y lo que perdía claro que el salario que me ofrecían me daban cierta estabilidad económica, pero se me iban los afectos.

Averiguando el por qué me habían elegido entre todos los muchos de la empresa, me acerqué hasta la secretaria del Director y si entonces me enteré, la elección era muy simple siendo yo soltero y sin pareja, habría muchas menos valijas menos bocas que alimentar no tengo hijos, por lo tanto el salario que me ofrecían en ese momento era más que suficiente, y bien pensaron en todo, me parece que todo es obra del departamento de psicología de la empresa. Es la hora de decisión lo voy a consultar esta noche con la almohada.Al otro día decidido me dirigí a la oficinadel Director y acepté el ofrecimiento 


 alejandrobojor@gmail.com    ALEJANDRO CAPLAN

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