Luego del
incidente que por casualidad estuve observando en la zapatería con el vendedor,
y la lucha titánica de ese muchacho para colocarle las pequeñas sandalias en el
pie de Solange, y la extraña reacción de ella feliz y contenta por haber
comprado una ilusión, me fui yo también con una sensación de placidez, y con
una gran sonrisa que creo que alguien que pasaba por mi lado pudo verlo.
Me dirijo
hacia mi casa, no sin antes pasar por la confitería para tomar un cafecito, que
servido por las meseras de la confitería a la que ya me hice habitué, pareciera
mucho más atractivo, por esas casualidades de la vida me encuentro con Osvaldo
un compañero de trabajo en la empresa que yo realizo mi labor, el es el
encargado de llenar las boletas de loterías, que casi todas las semanas jugaban
en la sección en la cual trabajaba hace tiempo.
Se levanta de la mesa saluda y
viene hacia mi y mirándome fijo me dice, hoy hay quiniela que número te gusta,
yo no soy de jugar, me insiste y como para sacarlo de encima le tiré un número,
así por reflejo le dije bueno el treinta y siete muy serio me dice ese no, salió ayer, parece que en la jerga
quinielera es el dentista, insiste decime otro, esta bien pero esto se terminó
el ochenta y nueve, me dice ese tampoco son los piojos, y se fue masticando
bronca, por fin puedo tomar mi café.
Al día
siguiente como siempre, llego a la
oficina para continuar mi labor, la oficina tiene varios escritorios en uno de
los cuales es el mío, al levantar la vista veo a los de los otros escritorios
que me miran socarronamente, intuyo que algo está pasando, tal vez una broma de
esas pesadas, que hay que aguantarla, por que alguna vez estuve yo también .En
eso estaba pensando cuando de pronto junto a el escritorio delante de mí se
encuentra la secretaria del Director General de la empresa se me puso como se
dice la carne de gallina ante la imprevista visita.
Muy
gentilmente y amablemente dice que el Director quiere verme y hablarme en su
oficina, en ese momento sentí que se me venía lo peor me aflojé todo, si hasta
parecía mas chiquito, pensé querrán despedirme después de tanto tiempo de
trabajo, en fin pasaron por mi cabeza en un instante miles de pensamiento, me
levanto y acompaño a la secretaria a la oficina, pasando por un espejo que
estaba en la pared y mirando de reojo me aliso el cabello como para estar más
presentable.
Ya estoy en
la oficina me saluda el Director con una amplia sonrisa, ya entro a desconfiar,
me dice que me siente en un amplio y mullido sillón comienza a hablar de mis
cualidades dentro de la empresa, y al final de toda su perorata, me ofrece el
cargo de gerente en una sucursal del interior del país, claro que el sueldo
sería mucho más generoso y además una casa para habitarla todo pago por la
empresa, por cierto que la oferta era por demás muy atendible, pero le dije que
lo pensaría y a la brevedad le daría una respuesta.
Al salir de
esa oficina como aturdido por la semejante oferta, la cabeza me daba vueltas ya
un poco más calmo me dirijo a mi oficina, y encuentro a los compañeros todos
con una amplia sonrisa cómplice, sabían de antemano lo que iba a suceder, me
felicitaron por el ascenso conseguido. Fue en ese entonces que entré a pensar,
si me voy tengo que dejar mi departamento de soltero y estaba tan cómodo, habituado,
tengo mis años dejar a los amigos, esos que están cuando uno los necesita, los
otros los del café y empecé a ver lo que ganaba y lo que perdía claro que el
salario que me ofrecían me daban cierta estabilidad económica, pero se me iban
los afectos.
Averiguando
el por qué me habían elegido entre todos los muchos de la empresa, me acerqué
hasta la secretaria del Director y si entonces me enteré, la elección era muy
simple siendo yo soltero y sin pareja, habría muchas menos valijas menos bocas
que alimentar no tengo hijos, por lo tanto el salario que me ofrecían en ese
momento era más que suficiente, y bien pensaron en todo, me parece que todo es
obra del departamento de psicología de la empresa. Es la hora de decisión lo
voy a consultar esta noche con la almohada.Al otro día
decidido me dirigí a la oficinadel Director y acepté el ofrecimiento
alejandrobojor@gmail.com ALEJANDRO CAPLAN
alejandrobojor@gmail.com ALEJANDRO CAPLAN
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